El presidente cántabro indigna al PNV al criticar su ambigüedad

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, acusó ayer al Gobierno vasco y al PNV de «ambigüedad» frente al terrorismo, comentario que provocó una airada reacción del lehendakari, que consideró «inaceptables» las opiniones de su homólogo cántabro y replicó que no está «dispuesto a renunciar a la política para seguir trabajando por la paz». «Con ETA no se acaba mientras el PNV no acabe con la ambigüedad y tome una decisión firme de unirse al resto de las fuerzas políticas contra los terroristas», incluidos los «terroristas de corbata», dijo Revilla en su condena al atentado de Santoña, y pidió a los nacionalistas vascos que «reflexione sobre si puede hacer algo más para luchar contra ETA». El PNV, insistió, sabe perfectamente que «tan etarras son los que han puesto las bombas como los que están en el Parlamento, como lo era Josu Ternera cuando estaba sentado en los bancos al lado del lehendakari». Para Revilla, no es posible «discrepar» cuando el Tribunal Supremo y el Constitucional «dicen que hay dos ETAs». «Un representante del Estado tiene que acatar las decisiones judiciales, sobre todo en una materia tan clara y contundente como ésta. ¿O es que algún español duda que toda la cobertura de HB es la ETA de las ruedas de prensa? Como en la droga, si sólo persiguiéramos a los que están con la droga en la calle y no a los que están en los despachos, no se acabaría nunca», agregó. Ibarretxe no citó a Revilla en su condena del atentado pero sí se defendió de sus ataques y dijo con tono firme que «hay que tener cuidado incluso en los días tan tristes y tan oscuros», porque no se puede afirmar que los proyectos del lehendakari y del tripartito vasco «dan oxígeno a ETA». Ibarretxe señaló que lo que da oxígeno es «pedirme a mí o al Gobierno vasco que renunciemos a nuestras ideas».