Cultura comprará el Emperador en un mes para acoger las músicas históricas
El ministro de Cultura ha anunciado que ya se está trabajando en el diseño y proyecto arquitectónico.
César Antonio Molina anunció ayer que el Ministerio de Culturac omprará el teatro Emperador en un periodo no superior a las tres semanas por algo más de cuatro millones de euros. Con esta noticia, se materializa el compromiso adquirido por el Gobierno de poner en marcha en León el Centro Nacional de las Músicas Históricas. El ministro añadió que ya se está trabajando en el diseño y proyecto arquitectónico y aseguró que se presentará de manera inmediata. En este sentido, precisó que la rehabilitación del teatro será responsabilidad del Ministerio de Vivienda, mientras que el Inaem se encargará de llevar a cabo el armazón y programa de esta nueva infraestructura cultural. César Antonio Molina explicó que el Centro Nacional de Músicas Históricas nace con una vocación clara: la de defender el papel y la influencia internacional que han tenido a lo largo de la historia los músicos -en su acepción de creadores- españoles. El ministro añadió que con este proyecto se persigue acabar con la percepción de que la expresión artística musical en España ha sido siempre la hermana pobre de la literatura o la pintura y lamentó que en ocasiones hemos sido nosotros mismos los que no hemos sabido explicar al mundo el alcance e importancia de nuestra música. Precisó que entre las tareas del Centro Nacional de Músicas Históricas estará la de recuperar, inventariar, documentar e interpretar la creación española, pero no sólo. Así, el ministro anunció que la nueva institución quiere tener un alcance internacional. Para ello, se dedicará a investigar también toda la creación que haya tenido relación con la historia de España. Este anuncio supone que, lejos de limitarse a la producción con pasaporte español, el nuevo centro mirará más allá, visitando geografías que, como Flandes, Italia o Hispanoamérica, han tenido una relación estrecha con la Península Ibérica. César Antonio Molina subrayó por ello que por ello el objetivo del ministerio es lograr que el centro adquiera relevancia internacional y adquiera repercusión en todo el mundo. Para ello, anunció su voluntad de realizar una programación que permita convocar en León a los mejores compositores, estudiosos e intérpretes del mundo, y puso como ejemplo Jordi Colomer. Añadió que en el Emperador se ahondará en la investigación de la música hasta el siglo XIX y anunció que en menos de un mes el teatro Emperador lucirá una gran pancarta en la que se dará fe de que el proyecto ya está en marcha. Asimismo, César Antonio Molina -que en breve vendrá a León con el director del Inaem- subrayó que su deseo expreso es ser él mismo quien inaugure el Centro Nacional, con lo que espera que pueda abrirse en tres años. Ausencia injustificada El Gobierno justifica su creación en la «inexistencia», a nivel nacional, de un centro de estas características: «A pesar de las primeras figuras que ha dado nuestro país en la interpretación de las músicas históricas y del creciente interés que despiertan las representaciones de nuestro legado lírico y musical, no existe en España un establecimiento de carácter público que albergue, de modo permanente, puestas en escena de música medieval, renacentista o barroca». Además, el documento del Gobierno adelanta el posible organigrama del Centro: en un principio, éste se limitará a «director artístico, ayudante y secretario; con posterioridad se hará necesario contar con personal para el funcionamiento del teatro (taquilleros, acomodadores, mantenimiento), con personal artístico (músicos, directores de orquesta y escena, cantantes) y con personal de administración (jefe de prensa, gerente, contable)». ¿Para qué servirá este Centro Nacional de las Artes Escénicas y de la Música Históricas de España? Según el proyecto del Ministerio de Cultura, su misión exacta sería la de la «difusión pública del repertorio musical y escénico surgido dentro del ámbito de la cultura española, comprendido entre el nacimiento medieval de las lenguas romances hasta el principio del siglo XIX, es decir, desde las primeras polifonías religiosas hasta la música de las colonias americanas ya en la Ilustración, pasando por la música andalusí, los cancioneros renacentistas y sefardíes o el arte vocal y sacro del Siglo de Oro». El proyecto inicial del ministerio especificaba que la futura sede de este centro habría de contar con un «espacio escénico», por lo que se pensó en el Emperador como el edificio más adecuado. Y así, además de un equipo investigador y quizá, también editor, que vele por la recuperación y la divulgación pública de la música histórica de España, se celebrarán en este Centro «representaciones y puestas en escena» de las piezas musicales y obras dramáticas rescatadas o difundidas por el equipo de este nuevo organismo público, que dependerá, como se ha dicho, del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música. Por otro lado, hay que recordar que en el mes de marzo, una comitiva presidida por el director general del Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música), Juan Carlos Marset y siete técnicos del Ministerio de Cultura, visitaron el Emperador para comprobar que el teatro leonés cumplía todos los requisitos.