La solución está en llevar las balas a un vertedero o inicinerarlas, lo que cuesta unos 240.000 euros

Sea quien sea el que se haga cargo de abordar la retirada de los residuos apilados en San Martín del Camino tendrá dos opciones para deshacerse de las aproximadamente 4.000 toneladas de materiales, principalmente plásticos, con arreglo a las actuales normas civiles y ambientales. Según fuentes del sector, lo más correcto sería incinerar los vertidos en un centro especializado, lo que tendría un coste de unos 240.000 euros si se tiene en cuenta que el tratamiento de esta materia cuesta entre 50 y 60 euros por tonelada. La alternativa sería llevar los residuos a un vertedero designado. Según ha podido saber este periódico, la empresa encargada del traslado de la mercancía desde Alemania hasta León no reparaba en gastos de viaje, puesto que la basura habría entrado en camiones frigorífico, un medio muy costoso pero mucho más discreto que los tradicionales camiones de transporte. Procedería de una planta de clasificación de Alemania, donde la materia fue empaquetada y debidamente etiquetada. La información es tan detallada que incluso se recoge la calidad de los plásticos y residuos embalados. Cómo actúan En el caso de San Martín del Camino no se ha logrado comprobar, pero la forma de actuar de los intermediarios es, por un lado, garantizar a las empresas que se los entregan que van a tener un buen tratamiento en el territorio de destino y, por otro, abandonar después estos vertidos en naves que previamente han alquilado. El negocio pasaría a ser una actividad ilegal cuando se produce una situación de abandono que impide el reciclaje y valorización de estos vertidos, a lo que está obligado su responsable.