Injusta y lamentable
EL LUNES 6 DE OCTUBRE (de la misma manera que, antes, en otros centros de la provincia estigmatizados por la Dirección Provincial de León con medidas draconianas y absurdas, que ocultan la precipitación, la falta de planificación o quién sabe qué otras oscuras razones de la política educativa de nuestra región), en el IES Ordoño II se han producido unos hechos tan lamentables que deben despertar el sonrojo de la sociedad leonesa por el ataque indiscriminado de nuestra Dirección Provincial a unos profesores que sólo quieren cumplir con su trabajo en beneficio de la formación de sus alumnos. Todo viene por la situación que la misma Dirección Provincial ha provocado una vez comenzado el curso: los profesores, con sus horarios de trabajo en mano, se disponían a empezar un nuevo curso cuando la Dirección Provincial -sólo la de León- dijo que había que organizar los centros de Educación Secundaria de nuevo, aplicando un plan experimental de refuerzos a los alumnos -no explicado al profesorado con anterioridad- y elaborar nuevos horarios. Para ello se dio un plazo, que finaliza el 10 de octubre. Mientras que algunos equipos directivos han hecho encaje de bolillos para ajustarse a la nueva situación (con más o menos imposiciones por parte de las autoridades educativas), otros han recibido tal cúmulo de presiones y amenazas que la situación se ha vuelto insostenible. Ejemplos de esto los encontramos en varios centros -no sólo en tres, como mienten los responsables educativos-. En concreto, el viernes pasado, en el IES Ordoño II, a última hora de la mañana, la directora del centro colgó un anuncio -sin fecha, ni firma, ni sello- por el que, según «indicaciones»(sic) de la Dirección Provincial, los profesores del centro debían recoger los nuevos horarios, con un reparto de grupos hecho de espaldas al claustro y a los más obvios principios pedagógicos: configurando los grupos a ratios altas, dinamitando optativas y creando grupos virtuales para que pueda casar, en la práctica, la asignación de materias y grupos que deben impartir los docentes (se impide, por ejemplo, mantener el cuarto grupo de 3º de ESO, a la vez que en algunas materias comunes se une uno de los grupos al 3º de Diversificación -donde están los alumnos que no alcanzan los objetivos mínimos y las familias han aceptado un agrupamiento más flexible con profesorado específico y adaptación de las enseñanzas a sus características peculiares- para cuadrar horarios y profesores). Ante estas condiciones, los profesores que aún permanecían en el centro no recogieron los nuevos horarios y siguieron dando su clase como llevan haciendo desde que comenzó el curso. Ayer lunes muchos compañeros desconocían la publicación de esa nota y se presentaron en el centro según su jornada de trabajo. Se instó por parte de la Dirección del Centro a que se recogieran los nuevos horarios y, ante el caos producido, el claustro adoptó la postura de no recogerlos. Por tal motivo, se presentaron dos inspectores en el centro y llamaron, uno por uno, a todo el claustro, obligándoles a firmar un recibo de los nuevos horarios bajo la amenaza de un Expediente Administrativo. Este acto, que podía haberse evitado o realizado en condiciones profesionales y éticas, ha estado empañado, en algunos casos, por las formas ineducadas de los responsables administrativos y, en otros, por la falta de respeto a unos funcionarios públicos que lo único que quieren es que se empiece a trabajar con un poco de sensatez. A algunos se les ha pedido el carnet de identidad, otros han sufrido chanzas sobre sus nombres, otros han sufrido coacciones veladas acerca de su condición administrativa¿, en fin, un cúmulo de despropósitos que harían avergonzarse a la Directora Provincial si no hubiera sido ella la que ha provocado toda esta sinrazón. A media mañana, cuando los representantes del profesorado en la Junta de Personal recibimos la llamada de algunos compañeros del centro y acudimos en solidaridad, nos encontramos con el claustro desconcertado ante tanta mala educación, los alumnos clamando porque no les cambien a los profesores después de 20 días y la inspección educativa recogiendo recibos de entrega y obligando a cumplir los horarios en el acto. Así, por ejemplo, los alumnos de 2º de bachillerato podían tener dos veces la misma asignatura el mismo día, con diferente profesor, u otros, que esperaban tener una materia, tenían otra. Por ello, posiblemente, se han amotinado todos los alumnos y a las dos de la tarde esperaban que les abrieran las puertas del centro al grito de HUELGA, HUELGA, HUELGA. Mientras tanto, los profesores manifestaban que era el día más triste y humillante de su carrera profesional.