Sin tregua para los sentidos

Los pasos posteriores a la puerta de entrada a la Plaza de Toros activan ya todos los sentidos. Los inconfundibles aromas ahumados de los embutidos curados de la montaña y la ribera, el picante de morcilla y picadillo, los aromas de los vinos del Bierzo y Tierra de León y de los dulces típicos de las distintas comarcas...; un recorrido que despierta el hambre e incrementa el gusto por los productos de la tierra con una mimada presentación. Tras la inauguración, el público comenzó a inudar los pasillos de la feria, ávido de llevarse a casa una muestra de esos sabores que acompañan a cualquier leonés desde su infancia. Durante los cuatro días de feria, la Diputación confía en que sean superadas las cifras de la pasada edición, que congregaron a 65.000 personas. Crema de cecina, chocolate de tres sabores, lentejas en crema de puerros, dulce de pimiento de Fresno, helado de queso fresco con arándanos, embutido de venado y jabalí. Son algunas de las novedades que allí aguardan.