Una única circunscripción castigaría a los nacionalistas

Las sugerencias de los partidos para modificar la ley electoral abarcan no sólo al número de escaños del Congreso o el voto de los inmigrantes y emigrantes. También hay propuestas para cambiar las circunscripciones -la Constitución establece que la demarcación es la provincia-, el voto para el Senado, la regulación de los debates, los límites de la precampaña, las campañas institucionales o el plazo para la difusión de encuestas. IU y UPyD darán la batalla para lograr alguna fórmula de circunscripción nacional para las elecciones generales. Con el sistema actual ambas formaciones se consideran penalizadas puesto que IU logró en los comicios del pasado 9 de marzo casi un millón de votos y su representación se limitó a dos diputados; mientras que CiU, con 800.000 sufragios, cosechó 11 escaños. UPyD necesitó 303.553 papeletas para tener un representante en el Congreso; y el PNV, con apenas 200 papeletas más, sumó seis. Convertir España en circunscripción única, como en las europeas, es su sueño, pero el posibilismo les lleva hacia un colegio electoral nacional restringido en que se elegirían un número de diputados por determinar. Los nacionalistas, por su parte, propondrán que en los comicios para el Parlamento europeo la circunscripción sea la autonomía y no la totalidad del territorio nacional.