Los policías piden que sus sueldos se equiparen a los autonómicos

El conflicto colectivo en el Cuerpo Nacional de Policía ha llegado a niveles que no se recordaban desde los enfrentamientos que los sindicatos de la institución mantuvieron en 2001 con el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y que desembocaron en la primera gran manifestación de los funcionarios. Siete años después la situación es igualmente delicada: las cinco centrales del cuerpo, en unidad de acción, han llamado a todos sus afiliados a salir a la calle el próximo sábado en Madrid para denunciar las «mentiras» del ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba. El objetivo es concentrar a 10.000 agentes en el centro de la ciudad. El origen de la movilización es reclamar la equiparación salarial de la Policía y la Guardia Civil con los cuerpos autonómicos (Mossos, Ertzaintza y Policía Foral), locales y las unidades adscritas del CNP en Galicia, Valencia y Andalucía. Esta petición es ya histórica en la Policía Nacional. Desde 1997 los sindicatos vienen reclamando el fin de estas diferencias económicas que, lejos de disminuir, aumentan cada año. Según los documentos repartidos por los cinco sindicatos del cuerpo (SUP, CEP, UFP, SPP y SCP), en 2005 los policías de la escala básica de interior podían cobrar hasta 4.968 euros menos al año que uno de sus colegas de los cuerpos autonómicos. En 2008 esa diferencia se ha multiplicado por tres hasta llegar a 13.557 euros. Interior sostiene que el aumento del diferencial es debido al continuo incremento de los sueldos de los agentes dependientes de los gobiernos de las comunidades y que es imposible seguir este ritmo de aumento. Todo ello, al margen de que los ejecutivos autonómicos no pueden marcar el ritmo de la Administración Central. Pero lo cierto es que jamás los policías y guardias civiles se han acercado a los sueldos de sus compañeros, ni siquiera de las policías locales. Un estudio encargado por el mayoritario SUP entre los cien ayuntamientos mayores de España es tajante: todos los municipales cobran más que los agentes del CNP, a pesar de que sus funciones, en muchos casos, son menores y casi siempre menos arriesgadas. Los agravios comparativos también se trasladan a las dietas, a la manutención o el pago de los kilometrajes. Desde la llegada del PSOE al poder, que incluía en su programa electoral las mejoras salariales para los funcionarios dependientes de la Administración Central, se han sucedido las reuniones sin éxito.