Uno de cada tres incendios forestales en la comunidad se registran en León

El 33% de los incendios que se producen en la comunidad se registran en León. Se trata de una cifra elevada que arroja un total de 624 incendios en la provincia desde el pasado 1 de enero; sin embargo, esa incidencia queda mermada si se atiende a las hectáreas de masa arbolada calcinadas, unas 407. Por lo tanto, la incidencia de las llamas es relativamente baja, tal y como la propia consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, confirmó. Recordó además que León y Zamora acumulan tradicionalmente «el 50% de los incendios de la comunidad». La respuesta «eficaz y rápida» de los efectivos del dispositivo anti incendios es el principal motivo, según Ruíz, de que las hectáreas afectadas hayan sido tan pocas. Sin embargo, y a pesar de que el número de incendios hace pensar en una superficie mayor, lo cierto es que el 24,6% de la masa arbolada calcinada en la comunidad se situó en León, una concentración preocupante. Respecto al resto de la comunidad, el número de incendios ha sido de 1.871; se logra así rozar la media de los 10 últimos años, fijada en poco más de 1.900 hectáreas, aunque también convierte al 2008 en el cuarto peor dato de la última década, por detrás del 2005, 2000 y 1999. En cuanto a la masa forestal quemada desde el pasado 1 de enero -en la que se suma tanto árboles como otro tipo de flora-, este año se ha llegado a las 14.308 hectáreas, una cifra que supera en casi 9.000 hectáreas a la registrada durante el 2007 -cuando apenas se superaron las 5.400-. Por lo tanto, el dato del presente ejercicio supone una caída del 48% respecto a la media de los últimos 10 años, que queda fijada en las 27.498. Pero no sólo las cifras referentes a la cantidad de incendios es positiva; la calidad de los mismos, es decir, su gravedad, también se ha visto rebajada. En el 2008, sólo se declararon tres incendios graves en España, uno en Castilla y León. Se produjo en Honrubia y ardieron más de 900 hectáreas, «una situación en la que el fuerte viento fue determinante para propagar las llamas». «No es que los ganaderos lo hagan de forma intencionada, sino que en la mayoría de las ocasiones son accidentes derivados de esas actividades» MARÍA JESÚS RUIZ, consejera de Medio Ambiente