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Seguirá como diputado y dice que se va con el objetivo de evitar reproches internos

Llamazares abandona IU pero niega su responsabilidad en el fiasco electoral

Pide que la coalición sea «más abierta, menos sectaria, más federal y menos individualista

Julio Llamazares, ayer, durante el anuncio de su renuncia

Publicado por
Ángel Fabián - oviedo
León

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Tal y como había anunciado, el hasta ahora coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, presentó este sábado en Mieres, Asturias, su dimisión del cargo ante los delegados que asistían a la Asamblea de la organización en el Principado, la misma que hace ocho años le propuso para suceder a Julio Anguita. Durante su intervención en la asamblea de IU de Asturias, Llamazares dijo que adopta esta decisión para que la Asamblea Federal que tendrá lugar en Madrid los próximos 15 y 16 de noviembre no se desarrolle «en clave de pasado» y, de ese modo, evitar «reproches y confrontación». Con independencia de estos argumentos, es una evidencia que, después de las últimas elecciones generales, Llamazares y su sector se habían quedado en minoría en la correlación interna de fuerzas de la coalición. El dirigente de IU ya había anunciado, tras los desastrosos resultados obtenidos en las elecciones del pasado 9 de marzo y las fuertes tensiones internas en la organización, su decisión de abandonar la máxima responsabilidad en Izquierda Unida. No obstante, manifestó ya en aquel momento su intención de no abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados, algo que reiteró en varias ocasiones posteriores y a lo que volvió a hacer referencia en su intervención de Mieres al señalar que seguirá «trabajando como diputado y como representante de IU». No asume la culpa Durante su discurso «ante los míos», como definió a los asistentes a la Asamblea de IU de Asturias, volvió a asumir su «responsabilidad personal» en el fuerte varapalo electoral de marzo, si bien matizó que no asume «la culpa» y dijo que es preciso «preservar de esas derrotas al conjunto de la organización». Atribuyó buena parte de las causas de los malos resultados a un «sistema electoral injusto» y la «bipolarización del miedo» que, a su juicio, se produjo en los últimos comicios. No se olvidó, entre las causas de que IU no obtenga buenos resultados en las urnas, al clima de confrontación interna que impera en la organización. Citó entre sus frustraciones «no haber conseguido un mayor grado de cohesión» en IU «para ponerla al ritmo de los tiempos». Pidió, ante la próxima Asamblea Federal de IU, que el partido «siga mirando hacia delante, mirando a las necesidades de los trabajadores y no a nuestro propio ombligo», con una formación «más abierta y menos sectaria, más federal y menos individualista», para impulsar «una revolución del día a día y no de cafetería». La marcha de Llamazares deja abierta la pugna entre el Partido Comunista de España y las demás corrientes de IU para hacerse con el liderazgo de la coalición en la Asamblea de próximo mes.