La ministra de Defensa pasa siete horas con los militares españoles
Chacón dice de las tropas del Chad que son «emisarios de España»
Su principal cometido es transportar ayuda humanitaria a los campos de refugiados
La ministra de Defensa felicitó ayer a los soldados españoles destacados en Chad, cuya labor consideró «clave y vital» para el éxito de la operación de paz de la Unión Europea Eufor. Carme Chacón hizo una visita de apenas siete horas a las tropas destinadas en el país africano, el octavo más pobre del mundo, a las que agradeció su esfuerzo como «emisarios del pueblo español». Los militares españoles en Chad se encargan del tránsito de la ayuda humanitaria que llega a los campos de refugiados del Este del país, cerca de la frontera de Sudán, donde sobreviven medio millón de personas que lograron escapar del genocidio de Darfur. La ministra destacó que se trata del «único corredor humanitario» que hay en la zona y «sólo así -resaltó- Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias pueden salvar vidas, repartir alimentos y agua, y curar a los enfermos». Los soldados concluirán su misión el próximo mes de marzo, cuando Naciones Unidas asumirá las tareas que ahora dirige la UE. Chacón repartió varias camisetas de la selección de fútbol a un grupo de militares que compiten, en su tiempo libre, con franceses, irlandeses y polacos en los pedregales de Yamena. Uno de ellos, el teniente Ríos, que acabe de ser padre a la distancia, recibió de la ministra una pequeña camisola con la firma del mismísimo Iker Casillas, ya que su recién nacido, cosas del balón, será bautizado con el mismo nombre. La visita oficial sirvió, además, de acicate para avivar la baja intensidad bélica con la que trabaja el contingente. A mucho de ellos, como el sargento gaditano Francisco Javier Eloy Alhambra, curtido en «platos fuertes» como Líbano, Haití o Bosnia, el de ayer fue de los «más movidito» porque hubo que reforzar las medidas de seguridad. También al oficial de aviación Santiago Sánchez la misión militar de Chad le resulta casi un paseo. En tan sólo diez meses ha pasado de divisar el cielo belicoso de Afganistán a tripular un avión de transporte en el corazón de África, alejado del ruido de la guerra. El soldado salmantino llegó al país hace siete semanas junto a un centenar de militares, en una misión que intenta paliar la tragedia de Darfur.