Detienen a cuatro personas, tres en Navarra y una en Valencia, con 100 kilos de explosivos
Desarticulan el comando Nafarroa de ETA antes de que pueda atentar
Uno de los arrestados había cumplido quince meses de prisión tras llegar a un pacto con la Fiscalía
La Policía Nacional desarticuló en la madrugada de ayer el nuevo comando Nafarroa de ETA, y lo hizo apenas días antes de que los terroristas comenzaran a actuar con una campaña de atentados de todo tipo en la comunidad foral. Los servicios de Información, que detuvieron al cabecilla del grupo y a sus tres miembros «legales» en una operación desarrollada en Navarra y Valencia, se incautaron de todo un arsenal listo para usar, que incluía cerca de cien kilos de explosivos, armas y documentos de elaboración muy reciente sobre «todo tipo» de posibles objetivos. Según informaron mandos de la lucha antiterrorista, la investigación sobre este grupo comenzó hace varios meses, cuando los expertos comenzaron a sospechar de los movimientos de varios de los integrantes del comando. El operativo se aceleró en los últimos días, tras constatar los agentes que los terroristas acababan de recibir el cargamento de armas y explosivos. Desde entonces, los cuatro sospechosos habían sido sometidos a una «vigilancia sin precedentes» ante el temor de que pudieran adelantar su campaña de atentados. La redada terminó con el más reciente intento de ETA de tener una estructura estable en Navarra. Se desató a las 03.00 de la madrugada de este martes. El dispositivo se adelantó 24 horas debido a que una de las terroristas sospechaba que estaba siendo seguida y había huido a Valencia. Bajo la coordinación del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, decenas de funcionarios de la Comisaría General de Información y de las Brigadas Provinciales de Navarra y Valencia irrumpieron de manera simultánea en los domicilios de los cuatro activistas. El primero en caer fue el supuesto cabecilla del grupo, Aurken Sola Campillo, de 29 años, detenido en una vivienda del número 6 de la calle Remigia Echarren de Pamplona, donde vivía con su novia. Además de varias cajas con documentación, los agentes se llevaron el automóvil del arrestado para su análisis. Sola Campillo ya había sido arrestado por la Guardia Civil el 28 de febrero de 2002 acusado de ser colaborador e informador del comando Urbasa de ETA. Estuvo dos años en prisión y en mayo de 2005, tras un pacto con la Fiscalía y su defensa, fue condenado a sólo quince meses de prisión. Casi al mismo tiempo de Sola fue capturado en su casa de la calle San Nicolás, en el casco viejo pamplonica, Xabier Rey Urmeneta, de 27 años. En la localidad navarra de Añorbe fue detenido poco después Sergio Boada Espoz, de 29 años. La última en ser detenida fue Araitz Amatriain Jiménez, de 26 años, en una casa de Valencia.