La generación adulta de hoy es la del «boom» universitario de ayer

España inició una profunda transformación social, económica y territorial desde finales de los 50 que se ha acelerado desde los 90 hasta la actualidad. Este cambio, recuerda el atlas, ha supuesto nuevos modelos de vida, de actividad económica y de relaciones sociales y políticas, acercándose al modelo de la Europa comunitaria y, por primera vez, acompasándose al ritmo de las sociedades más avanzadas. La condición socioeconómica de un territorio se obtiene combinando información sobre la ocupación, actividad y situación profesional de sus residentes. «En Galicia y Castilla y León se reconocen valores inferiores a la media española, aunque sus ciudades dan siempre varias décimas por encima». Se explica como una consecuencia lógica de la emigración que concentró más las rentas medias en las ciudades de acogida y desangró cuantitativa y cualitativamente los núcleos rurales leoneses. «Lo mismo, quizá de forma menos virulenta, sucede en toda España y de ahí que las ciudades, tanto en el norte como en el sur o en las islas, arrojen valores más elevados que el medio rural circundante. Algunas excepciones serían las provincias de León y Asturias, muy ligadas a la minería y la industria siderometalúrgica que se reconvirtieron drásticamente a partir de los ochenta, lo que supuso con una ruputra con el modelo hasta entonces imperante». Hay algunos indicadores que asocian León a una buena calidad de vida, desconocida en otros territorios. Por ejemplo respecto a la disponibilidad de una segunda vivienda. Quien más, quien menos, en los núcleos urbanos y cabeceras de comarca abunda la población con una vivienda en propiedad, probablemente en sus respectivos pueblos de origen. Otro de los indicadores que mide la calidad de vida de los ciudadanos es la accesibilidad. Un edificio es accesible cuando una persona en silla de ruedas puede acceder desde la calle hasta dentro de cada una de sus viviendas sin ayuda de otra persona. El balance de la provincia es aceptable. Las ciudades se estás molestando en promover la accesibilidad en sus calles y edicifcios públicos, mientras que en los pueblos el hecho de que predomine la vivienda baja atenúa el problema. El nivel medio de estudios del grupo poblacional de entre 30 y 39 años también es un indicador vinculado a la calidad de vida de un territorio. León, al igual que las provincias castellanas y catalanas, tiene algunos de los niveles más altos de población formada. Lo que marca la diferencia -matizan los geógrafos- es que en estas regiones también aparecen valores elevados en sus municipios rurales, lo que no sucede en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia o algunas comarcas del Levante español. Número medio de vehículos, disponibilidad de segunda vivienda, accesibilidad a los edificios, nivel de estudios de las generaciones adultas... Todos son indicadores que, sumados en conjunto, determinan el nivel y la calidad de vida de los ciudadanos. León no destaca por encontrarse muy por encima de la media ni muy por debajo. Las rentas medias se han establecido en la capital, mientras que ciudades como Ponferrada, con uno de los desarrollos urbanos calificados por los geógrafos como «de los más importantes de España», no ha logrado generar riqueza en su entorno. El estudio revela el desequilibrio socioeconómico entre los pueblos de la montaña leonesa y los de la pirenaica, atribuyéndoselo a los diferentes modelos de desarrollo rural que se aplican en uno y otro lugar. 1396927554 «La emigración concentró las rentas medias en las ciudades y desangró los núcleos rurales leoneses» FICHA TÉCNICA «Demografía» ha sido editado por el Instituto Geográfico Nacional en la serie Monografías del Atlas Nacional de España. La dirección científica es del catedrático José Luis Calvo y del profesor Ángel Pueyo.