Durao respalda a España, pero no asegura su presencia en Washington

España sigue sumando apoyos a su presencia en la cumbre que revisará el sistema financiero internacional, pero la invitación para viajar a Washington no termina de llegar. Rodríguez Zapatero defendió ayer que es preciso «ser prudentes para que los acontecimientos se produzcan de manera natural». Sin embargo, no aclaró cómo espera lograr un hueco en la reunión a la que asistirá, el 14 y 15 de noviembre, todo el G-20. Tras un encuentro en La Moncloa, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se desvinculó de la decisión. Como ya había hecho en otras ocasiones, se mostró partidario de la participación de España en el debate, pero aclaró que la cuestión no está en sus manos y avisó que «la comisión no es la organizadora». El Gobierno lleva ya varios días con la mirada puesta en Europa y, sobre todo, en Francia. Después de que EE.UU. se decantara como anfitrión de la cumbre por el formato G-20, la diplomacia española llamó a las puertas de la Casa Blanca y ahora está miranco hacia Europa.