Tres décadas de revolución tecnológica
En su más de tres décadas de existencia, las pruebas radiológicas han sufrido una importante revolución tecnológica. El primitivo TAC secuencial era útil para localizar lesiones concretas o explorar algunas zonas anatómicas. A principios de los años 90 se dio un gran paso adelante con la aparición del TAC helicoidal, que introdujo el desplazamiento constante de la mesa donde se coloca al paciente, la realización de múltiples rotaciones de 360 grados que contiene el tubo de rayos X y un nuevo sistema de detección. El resultado fueron los TAC de cuatro, 16 y 40 cortes. Hasta alcanzar el último hito, los de 64 cortes, que están revolucionando los diagnósticos.