Las otras tumbas de Lorca

«Ya sólo falta que vengan a Fuente Grande a hacer psicofonías en busca de la voz de ultratumba». Con estas palabras, Alfonso Alcalá, director del Museo García Lorca de Fuente Vaqueros, quiere denunciar las leyendas y teorías disparatadas que surgen de vez en cuando sobre el lugar en donde se encuentran los restos del poeta. «Es como si se hubiera organizado una quiniela y todos estén apostando por el lugar exacto donde está enterrado», dice Juan de Loxa, uno de los expertos en la poesía lorquiana y director durante casi veinte años del museo dedicado al poeta en su ciudad natal. Y es que la orden del juez Baltasar Garzón de exhumar los restos de las víctimas del franquismo, que incluía también la tumba de García Lorca y que ahora está paralizada por la Audiencia Nacional, ha hecho que recobren actualidad las diversas teorías sobre el lugar donde reposa el escritor, un tema que ha dado siempre que hablar. Después de que se reconociera oficialmente que fue asesinado junto a otras tres personas la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936, casi todos los investigadores y estudiosos importantes concluyeron que los restos estaban en Fuente Grande. Agustín Penón, Ian Gibson y Federico Molina Fajardo, tenían el testimonio de Manuel Castilla, uno de los enterradores. Según relata Gibson en su libro 'El asesinato de Federico García Lorca', fue este sepulturero quien le señaló dónde estaban Lorca, el maestro y los dos banderilleros. El 30 de enero de 1980, la Diputación de Granada constituyó una comisión de varios expertos para determinar oficialmente el lugar exacto. El 22 de julio de ese mismo año, llegó al acuerdo de que sitio «debe situarse en el paraje que se ubica próximo a los olivos y peñasco que hay en Fuente Grande». Para fijar este paraje, la comisión tuvo que hablar con decenas de personas anónimas que de una manera u otra habían sido testigos directos o indirectos del fatal desenlace. Participaron con el único fin informativo y con el compromiso de que aquellos testimonios no trascendieran para no comprometer a nadie. El miedo por las represalias aún estaba presente. Pero esa oficialidad no ha impedido que se siguiera especulando. «Lorca atrae a mucha gente. Por eso no es difícil que se hayan disparado las teorías sobre la localización de su tumba», dice Juan de Loxa. «Cualquier investigador o presunto investigador parece tener derecho a opinar», subraya. Y es que hay teorías para todos los gustos, desde los que sostienen que Lorca está enterrado en la huerta de San Vicente (casa familiar en Granada), hasta quién piensa que los restos fueron trasladados en secreto al Valle de los Caídos porque así lo pidió Franco. «Se ha dicho de todo. Incluso han llegado a escribir que me los llevé yo al chalé que tengo en Nerja», apunta Laura García Lorca, sobrina-nieta del poeta.