El presidente de la CE plantea que «el mundo no podía esperar»
Barroso defiende que el G-20 no podía aguardar a Obama
Brasil asegura que España será bienvenida en la próxima reunión prevista para abril
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró ayer que «el mundo no podía esperar» ante la crisis financiera internacional, al defender la celebración de la cumbre del G20 este sábado. Algunos comentaristas sostienen que la cumbre pudo celebrarse después de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, el 20 de enero. Pero el titular del Ejecutivo de la Unión Europea mantuvo que la grave crisis financiera y económica internacional hacía imprescindible que la reunión fuera ahora. «Fue iniciativa nuestra (europea) el no esperar demasiado, hacerlo tan rápido como fuera posible porque existe un sentido de urgencia», dijo Barroso. «El sentido de urgencia existe. ¿Por qué vinieron todos (los líderes)?. Vinieron porque creen que era necesario. Si no lo pensaran no estarían aquí», insistió. Para el líder europeo, haber esperado hasta febrero habría sido «un serio error». «Teníamos que discutir estos asuntos con los que tienen ahora responsabilidad y la responsabilidad la tiene esta administración», destacó Barroso. Indicó que la cumbre de este fin de semana es el primero de varios encuentros destinados a reformar las instituciones financieras mundiales y crear las condiciones necesarias para estimular el crecimiento. El presidente de la Comisión Europea expresó, además, su confianza en que Obama impulse soluciones globales a problemas globales. «Eso es exactamente lo que hemos venido diciendo durante un largo tiempo en Europa, o sea que realmente creo que el nuevo presidente estadounidense hará lo que dice», indicó Barroso. Por su parte, Brasil, Brasil, que ejerce la presidencia del G-20, respaldó ayer la participación de España en la próxima cumbre prevista para antes de finales de abril, y mencionó la posibilidad de su integración formal en este Grupo. «España es bienvenida» al siguiente encuentro, dijo hoy a la prensa el canciller brasileño, Celso Amorim, aunque aclaró que quien hará las invitaciones será el Reino Unido, que presidirá el G-20 el próximo año. El presidente francés Nicolas Sarkozy propuso que la próxima reunión sea en Londres.