Zapatero cree que las expectativas de recuperación crecen tras la cumbre
«La ayuda a un sector tiene que hacerse pensando en futuro. Está demostrado que el proteccionismo no resuelve ningún problema, al revés, los complica aún más» JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO, presidente del Gobierno El presidente Rodríguez Zapatero, consideró ayer que tras la cumbre las expectativas para la recuperación económica y para el combate de una «recesión generalizada» son «mucho mayores» que hace una semana. Zapatero se comprometió a «seguir haciendo las cosas bien para consolidar» la posición de España, que ha dado «un primer paso muy importante» con su asistencia a la reunión. Tras escuchar que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se había mostrado convencido de que España estará en la próxima cita del G-20, le agradeció su apoyo para facilitar su asistencia al encuentro en Washington. Para Zapatero, la foto de familia de esta cumbre será recordada «como el momento a partir del cual cambiaron las cosas», cuando se puso orden donde había desorden y seguridad donde había desconfianza. En su opinión, ha quedado patente la voluntad de los países de coordinarse para remontar la crisis y volver a una senda de crecimiento. Como primer acuerdo importante, destacó el compromiso de reactivar la economía estimulando la demanda a través de medidas fiscales coordinadas. Subrayó en este contexto el plan de acción para la reactivación económica que presentará el día 26 la Comisión Europea y reiteró que comparecerá al día siguiente en el Congreso español para exponer el plan español, coordinado con la UE. Entre las iniciativas de calado diseñadas por la CE, resaltó el programa de apoyo al sector del automóvil, muy sensible en España. Zapatero no quiso adelantar las medidas que pondrá en marcha su Gobierno hasta que Europa haga públicas las suyas, pero sí dejó claro que no serán proteccionistas. A su juicio, el sector del automóvil, con problemas por la baja demanda, debe recibir ayudas pensando en el futuro, para fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación con el fin de ser más productivo y todavía más competitivo. Zapatero definió la política fiscal que quiere promocionar el G-20 en sentido amplio y enmarcó en esa propuesta las medidas adoptadas por su Gobierno para trasladar recursos a las familias y acelerar la inversión pública. Orden y seguridad Como segundo acuerdo de la cumbre, subrayó la reforma de los mercados financieros «para poner orden y seguridad, no para sustituirlos». A su juicio, poner orden y seguridad significa que tiene que haber reglas y no discrecionalidad, que debe haber transparencia en los mercados y que tienen que existir límites a la actividad de los paraísos fiscales, que consideró que «deben desaparecer». El presidente reclamó también límites para las agencias de calificación y para determinadas retribuciones y propuso que se valore la responsabilidad social corporativa a la hora de calificar a los bancos. Abogó además por establecer una «carta de derechos de los ciudadanos» ante las entidades financieras, para evitar las dificultades que tienen actualmente a la hora de conocer y entender buena parte de los productos financieros y las consecuencias que tiene comprometerse con ellos. Como tercer eje del documento final del G-20, destacó la reforma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que deben contar con más legitimidad y seguir incrementando su ayuda a las economías en dificultades por la crisis. Finalmente, como cuarto punto, subrayó el compromiso de todos los líderes de evitar las medidas proteccionistas en el futuro.