Alega que como Franco y los dirigentes anteriores a 1951 han muerto no hay responsabilidad penal
Garzón remite a los juzgados de León la exhumación de 28 fosas
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tendrá ahora la última palabra sobre el caso Niño
El juez Garzón ha decido desistir en su intento de someter el franquismo a una revisión judicial. En una prolija resolución notificada ayer, recién reincorporado a su despacho tras una baja médica, el magistrado archiva la causa penal y deja en manos de los jueces locales el futuro de las fosas comunes, y en el caso de la provincia de León serán 28 las que se trasladarán a los juzgados. Son ya 61 -19 al inicio de la investigación-, y cuya apertura fue autorizada por el instructor y paralizada la pasada semana por el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que todavía tiene la última palabra en toda esta polémica. El magistrado se aferra a un tecnicismo legal: un mes después de asumir la competencia para investigar el alzamiento nacional y la posterior dictadura franquista, el juzgado ya ha recibido constancia oficial certificada del fallecimiento del general Francisco Franco y los 39 integrantes de sus primeras juntas militares. Asimismo, el Ministerio del Interior le informó días atrás de la composición de todas las cúpulas directivas que tuvo la Falange entre 1937 y 1951, etapa histórica en la que participó de manera muy activa en la represión de los leales a la II República, y certificó que ninguno de aquellos falangistas sigue vivo en la actualidad. Con esa base, el magistrado declara extinguida por fallecimiento la responsabilidad penal de los sospechosos, con Franco a la cabeza. El listado incluye a personajes como los generales Emilio Mola, Gonzalo Queipo de Llano o Agustín Muñoz Grandes; y políticos de la época como Ramón Serrano Súñer, Raimundo Fernández Cuesta o Ernesto Jiménez Caballero. Sin sumario que de soporte a la autorización para exhumar los restos enterrados en 61 fosas, el juez se inhibe y deja la decisión última en manos de los correspondientes jueces ordinarios locales, a los que remitirá copia literal de la causa. Pero la última palabra queda en manos del pleno de la Sala de lo Penal, que debe revisar esta decisión y confirmarla o adoptar un criterio nuevo. Garzón, en la misma resolución conocida ayer, pone en conocimiento del Ministerio de Justicia la creación de un grupo de expertos, de una unidad policial y de un equipo de peritos encargados de localizar los restos de los más de 114.000 desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo e identificarlos, a fin de que su trabajo no se solape con otras iniciativas emanadas de la Ley de Memoria Histórica.