Una banda logró 600 bodas de conveniencia entre nigerianos y españolas
La policía ha desmantelado una banda que en pocos meses había organizado más de 600 bodas entre nigerianos y españolas para que los extranjeros, todos inmigrantes irregulares, pudiesen obtener con facilidad su permiso de residencia, según confirmaron fuentes del Ministerio del Interior. La organización delictiva, formada por nigerianos y españoles, con sus bases principales en Elche y Alicante, creó un sistema de reclutamiento piramidal que en poco tiempo posibilitó crear una auténtica industria de la entrada ilegal en España. A través del boca a boca y de la participación activa de algunos de los nuevos matrimonios, que recibían hasta 500 euros si aportaban otros clientes, captaron tanto en España como en Nigeria a inmigrantes irregulares de este país que pagaron 15.000 euros por obtener documentación legal para residir en la península a través de bodas de conveniencia. Con todos los servicios Los responsables de la organización se quedaban con 12.000 euros y pagaban 3.000 euros a las españolas o europeas que se prestaban a casarse con los inmigrantes irregulares. La tarifa incluía no sólo todos los documentos falsos para poder contraer matrimonio -cursillos, certificados de nacimiento, edad y soltería o partidas de bautismo- sino que también cubría el coste de las ceremonias y la ropa que se utilizaba para la boda. Los delincuentes creían tener previstas todas las eventualidades. Incluso, por 300 euros más, disponían de una serie de dobles que acudían a la iglesia y se casaban con la identidad del extranjero sin papeles si a éste le daba miedo ir en persona. La policía ha detenido a varias personas que se han casado en tres y cuatro ocasiones con nombres distintos. Sin embargo, dos errores fueron los que llevaron a los investigadores a descubrir el fraude el pasado junio en Palma de Mallorca y a detener a 67 personas desde entonces, incluidos los jefes de la banda. Todos los certificados de cursillos prematrimoniales falsificados estaban expedidos por la misma parroquia de Alcalá de Henares y las partidas de bautismo estaban firmadas por un mismo cura de la ciudad nigeriana de Benin City, que, además, no existe.