Exige que se examine si la vida económica ha estado dominada por «la avaricia de la ganancia rápida»
Rouco Varela insiste en olvidar el franquismo para superar el pasado
«A veces es necesario no recordar, no por ignorancia, sino por una voluntad de reconciliación»
madrid
Antonio María Rouco Varela abogó ayer por el olvido «responsable y fuerte» para superar el pasado, máxime cuando existen sectores en la sociedad que muestran una «justificada inquietud ante el peligro de un deterioro de la convivencia serena y reconciliada que hemos logrado ya en nuestra sociedad». Durante su discurso inaugural de la XCII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el presidente de los obispos estimó necesario «cultivar el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso, que presidió la vida social y política» durante la transición democrática.
«A veces es necesario saber olvidar», dijo en evidente alusión a la ley de Memoria Histórica. «No por ignorancia o cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón verdaderamente responsable y fuerte; una voluntad basada en los altos ideales de la paz que se alimenta de la justicia, y de la libertad y ¿por qué no decirlo? del perdón del amor fraterno», agregó.
A juicio del también cardenal arzobispo de Madrid, este olvido es lo que puede llamarse «una auténtica y sana purificación de la memoria». Y es que, subrayó el presidente del Episcopado, «a los jóvenes hay que liberarlos, en cuanto sea posible, de los lastres del pasado, no cargándolos con viejas rencillas y rencores, sino ayudándoles a fortalecer la voluntad de plena concordia y de amistad, capaz de unir pacíficamente las personas, las familias y las comunidades que integran y conforman la España actual».
Enfrentamientos fratricidas
Recordó Rouco Varela que la historia de España de los dos últimos siglos ha estado, por desgracia, jalonada por tensiones que más de una vez han desembocado en enfrentamientos fratricidas. «El último y más terrible de todos» tuvo lugar en los «años treinta» en el contexto de una situación internacional «de confrontación entre ideologías totalitarias de diverso signo». Ahora, indicó, la situación internacional y nacional no es la misma, «pero siempre es necesario vigilar para evitar de raíz actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas».
El presidente del Episcopado recordó una instrucción pastoral emitida por la CEE en 2006, en la que indicaba que, «al parecer, quedan desconfianzas y reivindicaciones pendientes, pero todos debemos procurar que no se deterioren ni dilapiden los bienes alcanzados».
En este contexto, también aludió a las palabras pronunciadas en una sesión plenaria de 1999 sobre la necesidad de perdón y reconciliación en todos los campos. «Deseamos pedir el perdón de Dios señalaba entonces para todos los que se vieron implicados en acciones que el Evangelio reprueba, estuvieran en uno u otro lado de los frentes trazados por la guerra. La sangre de tantos conciudadanos nuestros derramada como consecuencias de odios y venganzas, siempre injustificables, y en el caso de muchos hermanos y hermanas como ofrenda martirial de la fe, sigue clamando al cielo para pedir la reconciliación y la paz».