La financiación autonómica, el escollo más importante

a. t. | madrid

Los miembros del Tribunal Constitucional se saben en parte culpables del retraso en la renovación de los cinco magistrados que deben ser sustituidos: nadie moverá un dedo hasta que la corte, en su actual composición, resuelva el recurso del PP contra el Estatuto de Cataluña, es decir, que ponga los cimientos del nuevo Estado de las autonomías.

La culpa, la financiación catalana. Según fuentes del Constitucional, los debates sobre las disposiciones del estatuto que fijan cantidades concretas que el Estado se reconoce obligado a entregar a Cataluña como compensación a su histórico déficit de inversiones está encallado, lo que retrasa la resolución de todo el recurso. Ninguno de los magistrados de la corte ignora que, en el fondo, están discutiendo la futura financiación autonómica, que el Gobierno retrasa y retrasa a la espera de que escampe la crisis, pero también de que el tribunal aclare las líneas maestras.