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| Análisis | Las debilidades del tejido productivo |

El empleo tirita en el inicio de año

Las colas de parados vuelven a adueñarse de las oficinas del Servicio Público de Empleo. Construcción y servicios aportan nuevos registrados a una lista que sigue llena de jóvenes

Las oficinas del Servicio Público de Empleo de León vuelven a ser punto de referencia para muchos pa

Publicado por
María Jesús Muñiz
León

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león

Los parados vuelven a hacer cola en las oficinas de empleo de la provincia. Más de 30.000 personas que buscan activamente un puesto de trabajo. Misión que, a corto plazo, se presenta complicada. Pesimismo, previsiones a la baja, cautela, contención,... No hay quien dé un paso adelante hasta que no se aclare el futuro inmediato (cosa que previsiblemente no ocurrirá hasta mediados de año en el mejor de los casos) y sí hay quienes, con el agua ya más arriba del cuello, deciden dar cerrojazo a la actividad y tirar la toalla. Y más parados a la lista oficial.

No se salva ni una de las oficinas del Servicio Regional de Empleo, el heredero del Inem en la gestión de los parados. Ni la de la capital, ni la que en León atiende la provincia, ni las delegaciones en Ponferrada, Astorga y La Bañeza. «En los últimos dos o tres meses volvemos a ver ya largas filas de personas que han perdido su empleo y que se inscriben en el registro oficial de parados. Más allá de lo que evidencias las estadísticas, está claro que la situación del empleo no admite más interpretaciones que la evidencia». Francisco Javier Otazu, responsable del Servicio Regional de Empleo, señala que sus esfuerzos se centran en los últimos meses en dos aspectos: «Qué podemos hacer para que los parados encuentren en mejor servicio cuando acudan a nuestras oficinas, y sobre todo cómo podemos ayudarles a buscar un empleo para recuperar sus condiciones de vida, una situación más digna y más humana. Porque el trabajo es un derecho, además de un deber».

Mientras haya un parado

Una cuestión que puede acuciar especialmente en momentos como el actual, cuando el empleo vuelve a ser la principal preocupación de los españoles; pero que a los responsables de este servicio les ocupa continuamente. «Siempre tomamos muy en serio la situación. Mientras haya un solo parado, nuestra misión es buscar una solución para su problema».

Otazu, con una larga trayectoria en la gestión del empleo y los conflictos laborales en la provincia, considera que una de sus misiones es también «transmitir ilusión a la opinión pública». ¿Complicada misión en este momento? «El empleo es el gran reto de los próximos meses, y todos debemos arrimar el hombro en la misma dirección. Administraciones, empresas, sindicatos y la sociedad en general. Claro que es difícil hablar de ilusión en este escenario, pero hay que tener visión de futuro. Con fundamento, claro está: no se puede hablar de ilusión sin más, hay que acompañarla de una serie de medidas. Nosotros implementamos un programa de formación, con otros de intermediación y de incentivos tanto a la contratación como al autoempleo. La ilusión tiene que estar alimentada por medidas que el ciudadano pueda apreciar». Aunque, frente a una situación generalizada de desempleo, «todo parece poco», reconoce.

El responsable público de empleo en León señala que las provincias y regiones que «por razones endógenas» no han tenido un desarrollo económico que les haya llevado a tener alternativas a la economía del ladrillo, como es el caso de León, van a tener más dificultades a la hora de gestionar su bolsa de parados. «Está claro que el paro no afecta a todos por igual. Zonas como el eje Mediterráneo, parte del Cantábrico, las grandes ciudades, han desarrollado un sistema de prosperidad con un tejido industrial muy diversificado. En el caso de León y su alfoz la vinculación de los últimos años al sector de la construcción es evidente. Falta una alternativa industrial clara, que impide que el efecto del paro sea menor». Por eso, en opinión de Otazu, es importante promover políticas de desarrollo económico alternativo, «especialmente en las cuencas que se han dedicado tradicionalmente a la ganadería, o en las zonas mineras».