Diario de León

El tribunal decide el lunes si continúa el proceso contra el lendakari, Patxi López y Arnaldo Otegi

Ibarretxe varía la estrategia y pide que su juicio llegue «hasta el final»

Los abogados del PSE y de Batasuna piden la suspensión de la vista al no haber acusación pública

El lendakari Juan José Ibarretxe, junto a los dirigentes del PSE-EE Patxi López y Rodolfo Ares

El lendakari Juan José Ibarretxe, junto a los dirigentes del PSE-EE Patxi López y Rodolfo Ares

Publicado por
Joseba García
León

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bilbao

La defensa de Juan José Ibarretxe cambió de estrategia en la apertura del juicio contra el lendakari y los socialistas Patxi López y Rodolfo Ares por haberse reunido con la ilegal Batasuna durante el fallido proceso de paz, y reclamó la continuidad del proceso para demostrar su inocencia y evitar que en un futuro se vuelva a juzgar el recurso al diálogo político para la resolución de conflictos. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, tras plantear las cuestiones previas en la primera sesión, decidirá el lunes si continúa la vista o toma en consideración las peticiones del ministerio fiscal y las defensa de los dirigentes del PSE y la izquierda abertzale, y sobresee la causa.

La sala habilitada por el Tribunal Superior vasco ofreció ayer una fotografía histórica e inédita en la democracia española con un presidente de gobierno (el lehendakari) y un líder de la oposición (Patxi López) en el banquillo de los acusados junto a los miembros de la ilegal Batasuna Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena, Rufino Etxeberria, Olatz Dañobeitia y Pernando Barrena.

Ibarretxe y los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares se sentaron a un lado de los bancos como colaboradores necesarios para la comisión de un delito, separados por un pasillo de los integrantes de la izquierda abertzale, a quienes la acusación representada por el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia imputa desobediencia a la sentencia del Tribunal Supremo que decretó la ilegalización de Batasuna y proscribió cualquier actividad política a sus dirigentes. Una sentencia que habría sido violentada en las reuniones que Otegi y sus compañeros mantuvieron con Ibarretxe en Ajuria Enea, y con López y Ares en un hotel de San Sebastián, en 2006 durante la fallida tregua de ETA.

Esta primera jornada fue técnica. Durante cuatro horas, las partes plantearon las denominadas «cuestiones previas». La Fiscal Superior de la comunidad autónoma, María Ángeles Montes, reclamó que «se ponga fin hoy mismo» al juicio al no existir acusación pública y al entender que no existe delito en los hechos juzgados, en coherencia con los fundamentos aplicados por el Tribunal Supremo en el caso Botín según los cuales «si la acusación particular o el ministerio fiscal no ejerce la acción penal no puede procederse a la apertura del juicio oral sólo con las acusaciones populares».

La defensa de Batasuna, ejercida por la abogada Jone Goirizelaia, insistió en este mismo argumento y arguyó la imposibilidad de preparar su trabajo dado que cuatro de sus defendidos cumplen pena en prisiones alejadas de Euskadi. El representante legal de López y Ares denunció, por su parte, motivaciones «políticas» tras la acusación popular y solicitó el sobreseimiento del proceso por inexistencia de acusación de la fiscalía y por no haber perjudicado directo de los hechos, conforme recoge la jurisprudencia.

La sorpresa vino de la mano de defensor del lendakari. El abogado Mikel Casas cambió la línea de trabajo que había mantenido en los meses preliminares a la vista y demandó la celebración del juicio «hasta el final» para «demostrar su inocencia».

Casas aclaró que «la pena de banquillo» que han «soportado» el lendakari Ibarretxe y los demás procesados «es más que suficiente para que intentemos y demostremos que nos asiste la razón». «El juicio permitirá entrar en el fondo de asunto y demostrar la inocencia», insistió el abogado, que defendió la actuación «legítima» de Ibarretxe «en la búsqueda de la paz».

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