Quince pasos de montaña se vieron afectados ayer por las precipitaciones que siguen en la predicción meteorológica
La quinta nevada del invierno obliga al uso de cadenas en 500 kilómetros
La falta de limpieza de la nieve condicionó la circulación en varias vías secundarias
La circulación por carreteras de la mitad norte de León se vio condicionada por la nieve
redacción
Poca nieve, pero molesta. La generalización de las precipitaciones ha convertido a la quinta nevada de este invierno en León en causa de un sinfín de incidencias sobre las carreteras leonesas, afectadas desde las últimas horas de la tarde del jueves por la presencia de nieve que ha condicionado la circulación. Las bajas temperaturas han añadido el último condicionante para terminar de complicar la movilidad en la mitad norte de la provincia: el reflejo en el parte de carreteras se amplió hasta una quincena de puertos de montaña, entre los que llegó a figurar el alto de San Glorio. Cadenas por todos los pasos que cosen la vertiente leonesa y asturiana de la cordillera, y calzadas como espejos en carreteras de la red secundaria en la mitad norte del territorio leonés, donde hasta quince horas después de que hiciera presencia la nieve no había aparecido ni una sola máquina a limpiar la vía. El resultado se apreció de inmediato en las condiciones para la circulación: nieve que dió asiento a pistas de patinaje para los vehículos. A mediodía de ayer, esta era una estampa habitual, para perjuicio de los usuarios de las vías.
Quinientos kilómetros de carreteras secundarias y de la red provincial de León hacían al menos recomendable el uso de cadenas para garantizar la seguridad en la circulación. Obligatorio fue en cerca de 200 kilómetros para transitar a través de quince puertos de montaña. A última hora de la tarde se limitó el parte a tres: Aralla, Monteviejo y Ventana, tras el trabajo de las máquinas quitanieve y las escasas precipitaciones que cayeron a lo largo de la jornada.
Las perspectivas no mejoran para las próximas jornadas, con cotas de nieve por debajo de los mil metros de altitud y posibilidades elevadas de precipitación en gran parte del territorio leonés.
Mientras llega la siguiente entrega del invierno, esta vez persistente y activo como no había aparecido por la provincia leonesa desde hacía años, León se prepara para recibir la siguiente nevada que caerá acomodada sobre las capas que acumula ya desde noviembre.