La policía busca otros dos escondites que figuraban en archivos descifrados
Hallan en Guipúzcoa un zulo que ETA abandonó hace cuatro años
La operación es fruto del trabajo realizado a partir del arresto de Mikel Antza en el 2004
madrid
Efectivos de la Policía Nacional localizaron la mañana de ayer en el municipio guipuzcoano de Zegama un zulo que la banda terrorista ETA abandonó hace más de cuatro años al sospechar que había sido descubierto por las fuerzas de seguridad.
Según informaron mandos de la lucha antiterrorista, en el interior del escondite había cuatro fiambreras de plástico para ser usadas en bombas-lapas, antiguos temporizadores de ETA, mandos a distancia, una cantidad indeterminada de azufre y «kaskabarro» (la cloratita de fabricación casera que la banda utilizó con profusión a finales de los noventa y primeros años del nuevo siglo) y un bote con Titadyne, la dinamita robada por ETA en los polvorines franceses de Grenoble en 1999 y Plevin en 2001 y que la banda no usa desde hace varios años, ya que aquellas diez toneladas sustraídas están caducadas.
Ese escondite, en el que también se encontraron mapas y pelucas, se encuentra en el barrio de Olaran, muy cerca del puerto de Etxegarate en una zona casi deshabitada, en la que hay varios caseríos que en realidad son segundas viviendas. En esa zona, las fuerzas de seguridad buscaron ayer, sin éxito, otros dos zulos: uno en el mismo municipio de Zegama y otro en el cercano pueblo de Alsasua, ya en Navarra.
La información que condujo al descubrimiento del zulo proviene de los archivos informáticos, descifrados recientemente, que se encontraron en poder de varios terroristas detenidos en el mismo operativo en el que cayó el ex máximo dirigente de ETA Mikel Albizu, «Mikel Antza», arrestado en octubre de 2004 en el pueblo galo de Salis-de-Béarn. En aquella operación, además de capturar a otros 20 activistas, las fuerzas de seguridad encontraron todo un arsenal con 400 kilos de Titadyne del polvorín de Grenoble.