La protección de mujeres rurales es aún menor que las denuncias
león
Las denuncias por violencia machista en el medio rural en la provincia leonesa supusieron el año pasado el 35,7 por ciento del total, pero las órdenes de protección fueron el 27,1 por ciento, según datos de la Subdelegación del Gobierno.
En los municipios de más de 20.000 habitantes las denuncias relacionadas con la violencia hacia las mujeres supusieron el 64,2 por ciento del total y las órdenes de protección el 72,8 por ciento, según el informe elaborado por la Unidad de Violencia de Género de León dependiente de la Subdelegación.
Durante el 2008, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado registraron en comisarías y cuarteles un total de 549 denuncias por violencia de género en la provincia leonesa, de las cuales 353 corresponden al ámbito urbano (municipios de más de 20.000 habitantes) y 196 a las zonas rurales atendidas por la Guardia Civil y la Comisaría de Astorga.
En cuanto a las órdenes de protección, de las 704 que había en vigor en la provincia a finales del año pasado, un total de 513 corresponden a la Policía Nacional y 191 a la Guardia Civil, de modo que el 72,8 por ciento de estas medidas de protección se concentran en los municipios de León, Ponferrada y San Andrés mientras que el 27,1 por ciento restante se distribuyen en el medio rural.
Estos datos, elaborados por primera vez a raíz de la creación de la Unidad de Violencia de Género, evidencian que en las ciudades resulta más fácil denunciar a las mujeres que sufren la violencia machista debido a la cercanía de los recursos y también a que se puede preservar el anonimato con menos dificultad.
A la abogada Herminia Suárez también le choca la desproporción entre denuncias y órdenes de protección en el ámbito rural ya que «una denuncia fundada siempre va acompañada de orden de protección», subraya.
Como representante de la asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica (Adavas) tiene constancia de que en el medio rural «hay más dificultades para acceder a los servicios que se prestan y tiene que romper más barreras, entre ellas la ausencia de anonimato es muy relevante».
Otro problema que subyace a la visibilización de la violencia en el medio rural es que «las mujeres se encuentran desperdigadas y muchas veces desprotegidas y sin información», motivo por el que Adavas ha iniciado con la Diputación cursos de formación.