Un encuentro que abre una nueva etapa de relación cordial
m.l. | madrid
Con estos encuentros al máximo nivel se abre una nueva etapa en la relaciones entre la Santa Sede y el Gobierno español, moderadamente cordiales pero no exentas de puntos de tensión. El Ejecutivo español busca limar diferencias y abonar la distensión, dejando muy clara la diferencia entre las relaciones con el Vaticano y con un episcopado español más proclive a la hostilidad.
Lo probaba el Gobierno en la víspera, haciendo un guiño a la diplomacia vaticana al rechazar en la Comisión de Justicia del Congreso varias iniciativas contrarias a la Iglesia. Entre ellas, la propuesta para revisar los acuerdos con el Vaticano, y la creación de una subcomisión para estudiar la muerte digna y la eutanasia. También se aplazó la presentación de las conclusiones de la subcomisión que estudia la modificación de la Ley del aborto, lo que generó enorme malestar en Izquierda Unida y Esquerra Republicana.