Más de 50.000 leoneses tienen autorización para utilizar un arma de caza
La tradición de la caza en León se refleja claramente en el abundante número de licencias de armas tramitadas ante la Guardia Civil y en el también creciente número de licencias de caza concedidas cada año por la Junta de Castilla y León.
Por un lado, la Benemérita tiene registradas un total de 39.754 licencias de armas de tipo E, que son las autorizadas para caza menor. Las concede la Subdelegación del Gobierno y tienen una vigencia de cinco años, con la obligación de ser visadas bienal y anualmente para los mayores de 60 y 70 años, respectivamente. Según los datos facilitados por esta institución, en la provincia hay 42.175 armas amparadas para la caza menor. Además, hay 5.116 rifles, para los que fueron solicitadas 8.690 licencias de armas de tipo D, orientadas a la caza mayor. En este caso las concede el Director General de la Guardia Civil, que delega en el subdirector general de Operaciones. Tiene una vigencia de tres años y también debe ser visada bienal y anualmente para los mayores de 60 años y 70 años, respectivamente. Sólo ampara cinco armas de segunda categoría y obliga a que las armas sean guardadas bien en los propios domicilios de los titulares en cajas fuertes o cámaras acorazadas o en locales de empresas o entidades especializadas en la custodia de armas.
Muchos cazadores con el primer tipo de licencia tienen también el segundo y son muchas las personas que practican este deporte con más de un rifle o escopeta en su poder. El subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, pidió precisamente ayer «precaución» en el uso de este tipo de armas, sobre todo después de los accidentes involuntarios ocurridos el pasado fin de semana en San Esteban de Nogales y en Azadón (Cimanes del Tejar).
Las leyes españolas prohíben llevar o poseer armas de fuego en territorio español sin disponer de la correspondiente autorización expedida por los órganos administrativos competentes.