| Crónica | Cita electoral el 1 de marzo |
Indiferencia ciudadana en Euskadi
La campaña electoral alcanza su ecuador sin pena ni gloria, por el perfil moderado que se han impuesto tanto el PNV como el PSE
bilbao
La campaña electoral atraviesa este viernes su ecuador sin pena ni gloria. La estrategia de perfil moderado que se han impuesto los dos principales candidatos ha permitido que los mítines y actos se sucedan sin más entusiasmo que el de los suyos. Este conservadurismo de Juan José Ibarretxe y Patxi López obedece a que ambos quieren retener su parroquia y rebañar en la del otro. El -˜lehendakari-™ pretende retener al votante disciplinado del PNV, el que ha sido fiel aún en su apuesta soberanista, y recuperar al que ha huido ante esa deriva. El candidato socialista, además de mantener prietas sus filas, trata de seducir al nacionalista desencantado y al seguidor del PP que prefiere el voto útil.
Se supone que las elecciones del 1 de marzo en el País Vasco serán decisivas para determinar si se produce un vuelco que acabe con 29 años de nacionalismo en el poder, pero pocos lo dirían a tenor de la evolución de la campaña. En los comicios de hace ocho años también se jugó la posibilidad de una alternancia con el frente no nacionalista del popular Jaime Mayor Oreja y el socialista Nicolás Redondo, y la campaña fue trepidante y a cara de perro, aunque al final Ibarretxe no sólo resistió sino que rompió todas las marcas de respaldo popular.
Pero la historia no se repite ahora, y es que a diferencia de 2001 el nacionalismo está menos compacto y los socialistas huyen del frentismo antinacionalista. El clima electoral, en consecuencia, es frío, apenas calentado por los desmanes de los seguidores de la izquierda aberzale, que este jueves trataron al grito de «PNV español» de reventar un acto de ese partido en Bilbao como ya hicieron el pasado lunes con otro del PSE; asimismo algún detalle de la heterodoxa campaña del popular Antonio Basagoiti ha sacudido algo la modorra reinante. Los candidatos, entretanto, siguieron a lo suyo y dedicaron la jornada de hoy al mensaje económico, pero tampoco rompieron la pana.