El gobernador franquista aún tiene en León un barrio, una glorieta y una calle

Sorprendentemente, ninguno de los dos ayuntamientos con responsabilidades en la calle de Carlos Pinilla, en la glorieta del mismo nombre y en el barrio que fundó en 1946 -"son León y San Andrés del Rabanedo, ambos socialistas-" ha optado por retirar las placas que recuerdan la figura del gobernador franquista y jefe del Movimiento, como ya se ha hecho con muchas otras reliquias del franquismo, caso de la avenida de José Antonio -"hoy Gran Vía de San Marcos-" o la del Generalísimo -"actual calle Ancha-". Se da la circunstancia de que Pinilla Turiño, como ocurrió con políticos como Fraga o Martín Villa, se recicló durante la democracia y consiguió un escaño en el Senado por Zamora. Sin embargo, las revelaciones de su archivo político y personal, en el que figuran listados de fusilados, ensombrecen la mayor hazaña por la que se conoce popular y actualmente en León a este personaje, inspirador y propulsor de la urbanización del barrio de Pinilla. Lo fundó hace 62 años -"era obligado asistir con camisa azul-" con el primer grupo de viviendas, cuyo patrocinio permitió el inicio de esta barriada diseñada por el arquitecto de la Obra Sindical del Hogar Ramón Cañas del Río. El mosaico social en el que se ha convertido hoy este barrio, especialmente caracterizado por una miscelánea de culturas foráneas, debería cuestionar la presencia de símbolos de la represión.