Rajoy resurge de sus cenizas al recuperar el poder en el emblemático territorio gallego
madrid
Se equivocaron quienes quisieron dar por muerto el liderazgo de Mariano Rajoy. El PP presentó estas elecciones autonómicas como un referéndum interno, el presidente del partido se echó literalmente a las calles y «corredoiras» de su tierra para pelear hasta por el último voto, y sus paisanos respondieron. La recuperación del poder en la Xunta de Galicia permite a Rajoy resurgir de sus cenizas, recuperar autoridad frente a los críticos y encarar las próximas elecciones al Parlamento europeo como claro favorito.
El político gallego empezó a creer en los milagros una vez metido en campaña. Las encuestas diarias le permitían vislumbrar la mayoría absoluta en el horizonte, aunque siempre con altibajos. El reparto de papeles entre el candidato Alberto Núñez Feijóo, que se peleó por el voto urbano, y el líder del partido, volcado en las zonas rurales, actuó como el bálsamo de fierabrás y se reveló la fórmula del éxito. Al contrario que en su trayectoria política, Rajoy se lo jugó todo al órdago del triunfo y apostó a ser el candidato en lugar del candidato.