El nuevo presidente gallego abre un ciclo en el que promete gobernar «para todos»
colpisa | santiago
El «gran ganador» de la noche en Galicia, el popular Alberto Núñez Feijóo, abrió un nuevo ciclo político en la comunidad con un mensaje conciliador y la promesa de gobernar «para todos». El nuevo presidente de la Xunta valoró su victoria como «histórica», tanto por la legitimidad que le proporciona la alta participación en las elecciones como por la «esperanza» que se abre para el PP en «muchas partes de España».
Con emoción contenida, Núñez Feijóo señaló que el apoyo «tan amplio» que le dieron los votantes le compromete a trabajar con «más responsabilidad» para regenerar la vida democrática de Galicia. Además de buscar soluciones para salir de la crisis, una palabra muy presente en el discurso del nuevo líder autonómico del PP.
Núnez Feijóo agradeció a Mariano Rajoy su activa presencia en la campaña como un «militante más» y pidió el apoyo de sus rivales políticos para solucionar los problemas de Galicia. A Emilio Pérez Touriño le agradeció los «servicios prestados» y le tendió su mano para «trabajar» codo con codo y buscar salidas a la crisis, mientras que al nacionalista Anxo Quintana le transmitió su compromiso de que contará con el BNG para solucionar de forma dialogada los problemas de Galicia.
El nuevo presidente de la Xunta se despidió con un postrer llamamiento al «compromiso de todos» con el cambio que llega a Galicia, una autonomía «prospera y abierta» cuyas cuatro provincias han votado al Partido Popular de forma mayoritaria.
Touriño promete rectificar
Emilio Pérez Touriño no tardó en reconocer su derrota. Apenas dos horas después del cierre de los colegios, el candidato socialista a la presidencia de la Xunta compareció en el hotel Puerta del Camino, en Santiago de Compostela, para felicitar al futuro jefe del Gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y entonar el mea culpa .
Pérez Touriño dijo lamentar «personalmente» no haber sido capaz de «elevar» a su partido al «triunfo» y no poder, por tanto, volver a «encabezar un gobierno de progreso y cambio».
Durante su breve comparecencia, apenas cinco minutos, el candidato socialista prometió a sus votantes, militantes y simpatizantes que «no les va a fallar» y dijo haber «tomando nota» de los resultados que dan la mayoría absoluta al PP tras cuatro años de gobierno del PSdeG con los nacionalistas gallegos.
«Rectificaremos todo lo que haya que rectificar», prometió a las decenas de seguidores que aguardaron su discurso con caras muy largas en los salones del hotel, sin nada que celebrar.
A ellos se dirigió. Ante una audiencia en la que no faltaron las lágrimas, sus palabras sonaron a despedida. Con todo, animó a sus seguidores porque su trabajo no ha sido «baldío» y agradeció a los socialistas que durante la campaña han hecho «de su trabajo la bandera de sus creencias».
«La democracia consiste en ganar y en perder», afirmó antes de comprometerse a «seguir sirviendo» a Galicia desde la oposición, «con más ganas, si cabe, que nunca».