El PSOE se aferra al éxito de López para enjugar la amarga derrota
madrid
Enorme decepción para los socialistas y un duro varapalo para el propio José Luis Rodríguez Zapatero. La posibilidad histórica de formar gobierno en el País Vasco apenas sirvió para hacer más pasajero el trago. Las elecciones gallegas tenían mucho de simbólico, siempre se ha entendido que servirían de termómetro para medir el desgaste que la crisis económica ha provocado en el Gobierno y el mismo presidente hipotecó su crédito como gobernante al resultado de esto comicios al afirmar, en el mitin final de campaña, que votar a Emilio Pérez Touriño era votarlo a él. Ha perdido. Es su primera derrota electoral desde que fue aupado al poder en el PSOE.
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, sólo fue capaz de enviar ayer a los hombres de Pérez Touriño la «solidaridad de todos los socialista de España». Fue el reconocimiento de un mazazo.