sucesión en el gobierno vasco
Patxi López podrá ser lehendakari sin el apoyo de UPyD
El PP y UPyD han reiterado hoy su apoyo a la candidatura socialista al Gobierno vasco, en una jornada en la que Aralar y EB han manifestado que, antes de definir su postura, esperarán a conocer los proyectos definitivos para conformar el gobierno vasco.
Delegaciones de Aralar, EB, EA y UPyD han mantenido esta mañana en Sabin Etxea, en Bilbao, sendas reuniones con el PNV, dentro de su ronda de contactos para tratar de recabar apoyos para la investidura como lehendakari del candidato nacionalista, Juan José Ibarretxe.
Tras reunirse ayer con el PSE, una comisión nacionalista formada por Iñigo Urkullu, Juan José Ibarretxe, Joseba Egibar y Andoni Ortuzar, ha sondeado hoy el respaldo de los partidos minoritarios a su proyecto. La última reunión de esta ronda será el lunes con el PP.
Aintzane Ezenarro, Patxi Zabaleta y Jon Abril (Aralar) han llegado a Sabin Etxea pasadas las diez y media de la mañana, con treinta minutos de retraso, y han conversado con el PNV durante cerca de 45.
Tras el encuentro, Ezenarro ha explicado que, antes de tomar decisiones, su partido esperará a ver si se forma un Gobierno vasco "frentista español" entre el PSE-EE y el PP, que alcanzaría la mayoría absoluta con 38 escaños.
Aralar ha comunicado al PNV que no apoyará un lehendakari "de obediencia estatal" y que están dispuestos a negociar con el programa electoral "encima de la mesa".
Pocos minutos después de la once -con la comisión negociadora de Aralar aún en Sabin Etxea- han llegado los representantes de EA, Joseba Azkarraga y Rafa Larreina.
Tras 40 minutos de reunión, ambos políticos han abandonado el edificio sin hacer declaraciones y se han remitido a una rueda de prensa mañana, en la que, previsiblemente, también abordarán la pérdida de un escaño por Álava -el de Larreina, precisamente- tras el escrutinio del voto de los residentes en el extranjero.
A mediodía han sido Mikel Arana e Igor Irigoyen (EB) quienes han accedido a la sede del PNV. Al término del encuentro, Arana ha aseverado que su partido no formará parte de un gobierno con presencia del PP, aunque ha precisado que antes de posicionarse es necesario saber "qué opciones hay".
"Cuando se presenten las analizaremos y tomaremos una decisión", ha indicado Arana, que ha señalado que, al igual que hoy ha "escuchado" al PNV, "si el PSE nos llama iremos a ver qué propuestas presenta" para "a partir de ahí" tomar decisiones.
La última reunión del día ha dado comienzo a la una de la tarde, ha sido la más breve (veinte minutos) y en ella han tomado parte los dirigentes de UPyD, Rosa Díez, Gorka Maneiro y Carlos Martínez Gorriarán.
Tras la cita, Díez ha dicho haber observado en el PNV "la aceptación de la normalidad democrática de que unas veces se gobierna y otras se está en la oposición".
Ha transmitido al PNV que UPyD "en ningún caso" apoyará a Ibarretxe porque aboga por "favorecer un gobierno constitucionalista", aunque su voto no sea necesario para que López sea proclamado lehendakari si logra el apoyo del PP vasco, algo que ya ha anunciado hoy el secretario general de este partido, Iñaki Oyarzabal.
Éste ha mostrado la disposición del PP a "apoyar" la candidatura socialista e incluso a formar parte de un gobierno "fuerte y estable" liderado por el PSE, si hay un acuerdo sobre "la derrota del terrorismo, la defensa de las libertades y el Estatuto y las medidas para afrontar la crisis".
El secretario general del PSE de Álava, Txarli Prieto, que ayer participó en la reunión con el PNV, ha dicho que "pase lo que pase" su formación dará "estabilidad política e institucional a este país".
Ha avanzado que seguramente la próxima semana el PSE iniciará su propia ronda de contactos para calibrar con qué apoyos cuenta López, aunque ha afirmado que "a estas alturas todo empieza a estar claro".
Desde el Gobierno central, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha opinado que los responsables del PNV "deben sosegarse e intentar serenar un poco los ánimos", ya que los ciudadanos han expresado en las urnas su deseo de que la "proporción de las mayorías cambiase".