La princesa Ana preside la apertura de las nuevas instalaciones militares
Gibraltar inaugura un centro médico en «territorio ocupado»
España reclama desde 1713 la titularidad del istmo que une el peñón con la Península
efe | madrid
El centro médico militar inaugurado ayer por la princesa Ana de Inglaterra en Gibraltar se encuentra en el istmo que une el Peñón con la Península Ibérica, un terreno que España considera ocupado ilegalmente por el Reino Unido desde que asumió la soberanía del enclave en virtud del Tratado de Utrecht (1713).
De acuerdo con este Tratado, España no cedió ni las aguas territoriales de Gibraltar ni su espacio aéreo, ni tampoco el istmo, por lo que este terreno, de algo más de 1,5 kilómetros cuadrados de superficie, se mantuvo bajo soberanía española.
España, según el Ministerio de Asuntos Exteriores, defiende en todos los foros que la ocupación es ilegal y contraria a los principios del derecho internacional.
PSOE y PP han coincidido en que el hecho de que la princesa Ana inaugure una instalación oficial en la zona del istmo agrava aún más lo que ya de por sí representa la visita.
Los británicos fueron ocupando la parte sur del istmo a lo largo del siglo XIX, aprovechando que las autoridades españolas permitieron la construcción de campamentos para asistir a la población afectada por una epidemia de fiebre amarilla.
En 1909, el Reino Unido terminó de erigir una verja que separó la lengua de tierra en dos: una parte española -”unos 500 metros cuadrados-” y otra tomada por los británicos -”1,06 kilómetros cuadrados-”, unida al Peñón.
También está sobre el istmo el aeropuerto de Gibraltar, construido durante la Guerra Civil española ganando terreno a las aguas de la Bahía de Algeciras
Queja de Moratinos
Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, expresó ayer a su colega del Reino Unido, David Miliband, el «rechazo, consternación e indignación» del Gobierno y de la sociedad española por la visita de la princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar.
Moratinos ha trasladado su queja a Miliband en una conversación personal mantenida en Bruselas después de participar en una reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la Otan.