Explica sus méritos y proyectos para el tribunal de la calle Génova al que optan otros diez magistrados
El Poder Judicial examina al aspirante Garzón a presidir la Audiencia Nacional
La Comisión de Calificación propondrá una terna al pleno para elegir al candidato
Baltasar Garzón a su llegada a la sede del CGPJ para ser «examinado»
madrid
La Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entrevistó ayer al juez Baltasar Garzón, quien, junto a otros diez magistrados, aspira a presidir la Audiencia Nacional tras la marcha de Carlos Dívar a la presidencia del Tribunal Supremo. Garzón explicó sus méritos y sus proyectos si llegara a dirigir el tribunal de la calle Génova.
El juez fue examinado durante una hora y veinte minutos y entró y salió de la sede del CGPJ sin hacer comentarios. Su entrevista se demoró unos días porque se encontraba de viaje en Guatemala. El resto de los candidatos fueron examinados la pasada semana.
Terminadas las entrevistas previas, los cinco magistrados de la Comisión de Calificación, que se reúne hoy, deberán proponer al Pleno del Consejo una terna de candidatos para que el órgano de gobierno de los jueces decida quién llevará las riendas de la Audiencia Nacional. El Pleno espera poder dar un nombre tras su reunión del próximo 26 de marzo. La mayoría de las quinielas señalan al magistrado del Tribunal Supremo Ángel Juanes.
Entre los candidatos a presidir la Audiencia Nacional hay otros seis magistrados que ya están destinados a este tribunal. Se trata del presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez; el actual presidente en funciones de la sede de la calle Génova, Carlos Lesmes; los magistrados de lo Contencioso Elisa Veiga y José Luis Sánchez; el juez de la Sala de lo Penal Alfonso Guevara y el instructor Ismael Moreno.
El resto de candidatos son los presidentes del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, de la Audiencia Provincial de Alicante y de la Audiencia de Cuenca, Ignacio Espinosa, Vicente Magro y Antonio Díaz Delgado, respectivamente.
Lectura de cartas
Un mes y seis días después, Francisco Correa volvió a pisar la Audiencia Nacional. El líder de la trama corrupta que salpica al Partido Popular fue citado por Baltasar Garzón en su juzgado para que, en su presencia, abriera la escasa correspondencia que ha recibido en su celda de la prisión madrileña de Soto del Real por si estas misivas tenían interés para la investigación del caso Gürtel.
Cuando un instructor ordena que a un recluso le sean intervenidas las comunicaciones habitualmente es el juez de vigilancia penitenciaria el que inspecciona el correo en la misma cárcel. Sin embargo, la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite que este trámite también se haga ante el instructor si éste lo solicita. Y Garzón quería saber de primera mano quién escribe a Correa y qué le cuenta.
El otrora engolado empresario llegó al despacho del juez a las 13.10 horas directamente de los calabozos, con las manos esposadas por delante y escoltado por un policía nacional. Correa vestía la misma ropa que el día de su detención, el 6 de febrero: una chaqueta azul con coderas marrones y un vaquero celeste muy desgastado, que ahora le queda muy grande.
Francisco Correa apareció en la Audiencia Nacional muy desmejorado, muy delgado, casi demacrado, más envejecido que en las fotos policiales conocidas la pasada semana. Apenas estuvo 25 minutos en el despacho del magistrado. También cumplieron con el trámite Antoine Sánchez y Pablo Crespo.