La provincia tenía casi 520.000 habitantes, había mucha población joven y muchos pueblos vivían en el subdesarrollo
León estrenó la democracia municipal con doscientas concejalías más que hoy
Había 216 municipios, pero en cinco se retrasó la votación por falta de candidaturas
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Ilusión, efervescencia social, miedo... El 3 de abril de 1979 fue un domingo de nubes y claros, pero no fue un día cualquiera. Más de 350.000 leoneses acudieron a votar por primera vez para elegir a los 1.915 concejales -”212 más que hoy-” de los 216 ayuntamientos, o mejor dicho, de 211 pues en Castrotierra, Escobar de Campos, Lucillo, Valdesamario y Villagatón las elecciones se retrasaron tres meses por falta de candidaturas.
Las últimas elecciones municipales quedaban muy lejanas -”12 de abril de 1931-” y dos días antes se habían cumplido cuarenta años del fin de la guerra civil, o del principio de la dictadura franquista...
«Lo vivimos como algo muy esperado: las elecciones generales se habían celebrado en 1977 y durante dos años gobernaron alcaldes franquistas», recuerda Celso López Gavela, primer alcalde democrático de Ponferrada durante dieciséis años.
La provincia tenía casi 520.000 habitantes y las personas mayores de 65 años no llegaban a cien mil. León era más joven, pero tenía poco que ofrecer a sus habitantes, sobre todo en el campo. Se contaban a decenas los pueblos sin luz, agua y, menos aún, alcantarillado. «En Riello -”recuerda su primer alcalde democrático, Cipriano Elías (UCD, hoy PP)-” no había ni un metro de carretera, ni agua, ni luz... aquello era catastrófico».
Había mucho que hacer pero no se sabía cómo ni con qué dinero. «No sabíamos bien qué era un ayuntamiento, de qué fondos se tenía que nutrir y a qué puertas había que tocar», recuerda Benjamín Geijo, alcalde de Villagatón, uno de los municipios que no pudo constituirse hasta el 14 de julio por falta de candidaturas. El municipio vivía con mucha antelación el fenómeno de la inmigración cuando sobraba el tajo en las minas: «De 1.900 habitantes, casi el 40 por ciento eran inmigrantes y en pueblos como La Silva y Montealegre, alcanzaban hasta el 60%», añade Geijo.
Ningún partido presentó listas en todos los municipios: la UCD, que resultó ser la gran triunfadora de la jornada, logró cerrar 182 y ganó las elecciones en 126; el PSOE concurrió en 86 y tuvo 24 alcaldes; el PCE, que apenas llevaba dos años legalizado, llegó a 28 municipios y gobernó en tres, Villablino, Peranzanes e Igüeña. El peso del campo se hizo notar en las 110 candidaturas que logró confeccionar la Agrupación Electoral de Campesinos Leoneses, de la legendaria UCL, que tuvo 18 alcaldes.
En treinta años los ayuntamientos han evolucionado al ritmo de la sociedad, aunque no siempre para bien. «Entonces la corrupción no pasaba por la cabeza de la mayoría de la gente; sería necesario limitar los mandatos a dos como mucho para mejorar la política», subraya Pedro Vizcay, uno de los que empezó aquel día la carrera política y la dejó diez años después. «Fue una experiencia genial, allí empezó mi vida política, y creo que nadie debería estar en otro escalón política sin pasar por el municipalismo», subraya el hoy diputado Juan Morano, aunque no siente añoranza de aquellos años.
