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REMODELACIÓN DEL GOBIERNO

Álvarez, la ministra más polémica de Zapatero, deja el Gobierno

Publicado por
EFE

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Magdalena Álvarez, la ministra que más polémica ha suscitado, tanto durante la primera legislatura socialista como en la segunda, será sustituida al frente de Fomento por el actual número dos del PSOE, José Blanco, tras la remodelación del Gobierno anunciada hoy por José Luis Rodríguez Zapatero.

La titular de Fomento ha sido durante todo su mandato el blanco preferido de las críticas de la oposición, que no desaprovechó ninguna de sus decisiones conflictivas para pedir su comparecencia en el Parlamento y su "retiro definitivo", llegando incluso a burlarse de su acento andaluz.

Este continuo rifirrafe parlamentario a menudo hizo sombra a sus logros, cuyo mayor exponente fue la puesta en marcha del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020, dotado con 250.000 millones de euros, cuya importancia se acentúa aún más en estos momentos de crisis, al contribuir a mantener inversiones y empleo.

Magdalena Álvarez (San Fernando, Cádiz, 1952) fue superviviente de la anterior legislatura, porque cuando todos los rumores la señalaban como ministra saliente del Ejecutivo tras las elecciones de 2008, fue confirmada en su cargo por Rodríguez Zapatero, a pesar de haber sido el único miembro de un Gobierno de la democracia reprobado por el Parlamento.

Y aunque en la anterior legislatura resistió al desgaste político que supusieron los problemas en las obras del AVE catalán, no ha podido salvarse en la presente, entre otros motivos, quizá por su falta de previsión ante la nevada que colapsó toda España el pasado 9 de enero.

Su actuación en este caso se encontró no sólo con las críticas de la oposición, sino también de la opinión pública a la que no le gustó que la titular de Fomento culpase del colapso a un fallo en la previsión meteorológica.

Tampoco se salvó de la crítica por la actuación de su ministerio ante el accidente de un avión de Spanair, ocurrido el pasado 20 de agosto en el aeropuerto madrileño de Barajas, que costó la vida a 154 personas.

En este caso fue criticada por la falta de información facilitada desde su ministerio y por la filtración a los medios de comunicación del borrador del informe de la Comisión de Investigación de la tragedia.

En sus cinco años al frente de Fomento, la balanza tiene, en el lado de aciertos, la ampliación de la red de alta velocidad ferroviaria, su niño mimado del plan, con el éxito de la de Barcelona, Málaga y Valladolid.

Y la inauguración de la terminal T4 del aeropuerto madrileño de Barajas, que no podrá repetir en Barcelona, donde está a punto de abrirse la nueva terminal T1 de El Prat.

Desde su llegada a Fomento, decidió la modernización de las infraestructuras españolas para situar al país entre los primeros del mundo y dio una nueva orientación estratégica a la política de su Departamento, que se apoyaba en un enfoque global del sistema de transporte desde el punto de vista territorial y modal.

La apuesta de Álvarez por el ferrocarril como uno de los modos más sostenibles del transporte fue clara desde el principio y su meta fue alcanzar una red de alta velocidad ferroviaria española con 10.000 kilómetros en 2020.

Su salida del ministerio deja en manos de su sucesor múltiples proyectos abiertos, entre los que destaca el proceso de cambio de modelo del gestor aeroportuario público, AENA, al que se dará entrada al capital privado y a las comunidades autónomas.

También queda encima de la mesa el plan para el impulso al transporte de mercancías por ferrocarril, la nueva Ley de Puertos del Estado, las nuevas líneas del AVE previstas para esta legislatura y la modernización de las conexiones con Europa por vía tanto aérea como terrestre y marítima.