Zapatero afirma que Mayor Oreja «nunca» ayudó a luchar contra ETA

madrid

José Luis Rodríguez Zapatero utilizó el primer acto oficial de la precampaña socialista a las elecciones europeas para intentar una descalificación en toda regla del candidato del PP, Jaime Mayor Oreja. Afirmó que Mayor Oreja, que como ministro del Interior protagonizó las conversaciones con ETA de 1998, es un «hipócrita» que «difamó» al Gobierno durante su intento de lograr un final dialogado del terrorismo y que «nunca» le ayudó en la lucha contra la banda criminal. El líder del PSOE, además, aseguró que el cabeza de lista de los populares «representa el pasado», porque es la encarnación de la política más conservadora de los gobiernos de José María Aznar.

Rodríguez Zapatero, durante el mitin en Madrid que sirvió para presentar la lista socialista a las europeas, encabezada por Juan Fernando López Aguilar, recordó que en la legislatura pasada, «cuando intentábamos noblemente ver el fin de la violencia y de ETA», el PP «atacó duramente al Gobierno, a los socialistas vascos y a Patxi López» y «nos acusaron, nada menos, que de ceder ante el terrorismo y de abrir el camino a la desvertebración de España». «¡Qué cosas nos dijeron!, verdad Alfredo», exclamó en referencia al ministro del Interior, Pérez Rubalcaba. «Y él que nos decía las cosas más duras, más fuertes, más insoportables, era el hoy candidato», añadió tras una pausa.

«Aguantamos con fuerza -“continuó-, porque era una burda mentira», porque «la lucha contra el terrorismo es cada vez más fuerte y el final de ETA está cada vez más cerca». «Aguantamos y hoy, gracias a ese trabajo, podemos tener un horizonte de confianza, de seguridad y de aliento para Euskadi y para España como el que representan Patxi López de lendakari y los éxitos de la lucha antiterrorista, que tan bien dirige Alfredo Pérez Rubalcaba», concluyó, mientras el auditorio en pie ovacionó durante más de un minuto al ministro del Interior, que se volvió y correspondió con un saludo al público.

Otros dardos

El presidente del Gobierno, que volvió a dedicar buena parte de su discurso a reivindicar una salida «social» a la crisis económica, lanzó otro dardo envenenado contra Mayor Oreja, que posiblemente formará parte del argumentario central de los socialistas en esta precampaña. Aseguró que el candidato popular «representa el pasado, el pasado triste», y apuntó a que su regreso a primera fila del PP significa que el partido ha retornado a la línea «neocon» de los gobiernos de Aznar. De hecho, bromeó con la amplia participación del ex presidente del Gobierno en la precampaña de los populares -“fotos de familia, entrevistas, portadas- e indicó que, realmente, nadie sabe si el candidato de las europeas es Mayor Oreja o Aznar.

Esta confrontación entre la visión del mundo de los socialdemócratas, representada a escala planetaria según el PSOE por Barack Obama, y la de los conservadores, a los que la izquierda considera los muñidores de la actual crisis financiera mundial, será el núcleo de la campaña de López Aguilar.

El ex ministro aseguró en su presentación oficial que el PP es «la derecha más recalcitrante» de toda Europa y, en referencia a la repetición de la foto de familia del primer gobierno Aznar, con la que los populares iniciaron la semana pasada la precampaña, comentó que el partido opositor pretende realizar «un irónico regreso al futuro, un regreso al pasado, a un pasado que da miedo y que nos alejó de la Unión Europea (UE)».

El cabeza de lista socialista considera que el PP ha recuperado «la foto (del Gobierno) que torpedeó y obstaculizó la UE y que firmó un pacto de sangre con el Gobierno de Bush y nos llevó a una guerra ilegal». Utilizó la imagen para animar a todos los votantes progresistas a acudir a los colegios el 7 de junio, en especial a los más jóvenes.

El tercer argumento de campaña del día le tocó desarrollarlo a la secretaria de organización, Leire Pajín, quien se dedicó a contrarrestar el objetivo fundamental y declarado del PP de cara a los comicios, plantearlos como un plebiscito contra el Gobierno, como una moción de censura ciudadana.