«Sentimos reconocida la trayectoria del municipio en cooperación internacional»
Foto de familia durante el acto oficial de apertura del curso en Gordoncillo
Un pueblo de apenas medio millar de habitantes, cuya carta de presentación, por los cuatro costados, son los viñedos renovados de prieto picudo y unas benéficas fuentes, acoge durante esta semana al variopinto alumnado del posgrado para intervención rápida en misiones de paz.
El alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco, señala que la elección supone un «paso en el reconocimiento a la labor que realizamos en cooperación internacional desde 1995». Además de su relación arraigada con los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia), el año pasado colaboró con 2.000 euros en la construcción de ocho aulas escolares en Ecuador. Gordoncillo está hermanado con Santa Cruz y San Gil de la nueva Baeza (Colombia).
El posgrado se abrió ayer oficialmente con la asistencia del subdeldegado del Gobierno, Francisco Álvarez, el secretario de la Junta, Guillermo García, y la secretaria general de Helsinki España, Ana Nieto. En la mesa también estaba alcalde y una alumna del curso, la palestina Rana Mousa.
Francisco Álvarez destacó el hecho de que «la ciudadanía valore cada día más la importante labor humanitaria y comunicativa que los cooperantes internacionales de las organizaciones no gubernamentales realizan en la mayoría de las ocasiones en situaciones de conflicto».