«No creo que los tiempos vayan por una reforma para crear la comunidad leonesa»

redacción

En plena carrera de fondo a la Presidencia de la Junta, Óscar López se enfrenta a «una oposición». Casi una hora de preguntas en el cafe de redacción del Diario.

-¿Cómo va el sueño?

-A un ritmo razonable. Adivino en la calle y en los muchos actos a los que acudo que cada vez hay más gente que participa de ese sueño.

-¿Tiene apuntado uno, que le ha llegado por cientos, y que firman muchos leoneses...?

-Para mí es un orgullo que haya habido tanta participación por parte de leoneses en esa página web. A mí me encanta que la gente participe y la mejor prueba de éxito ha sido la alta participación que ha habido por parte de los leoneses.

-Sí, pero ¿qué piensa de ese sueño de Comunidad Leonesa?

-Bueno, es conocido desde hace tiempo. Yo procuro respetar todas las identidades y todos los sentimientos. Sí que es verdad que todo el mundo sabe hoy que promover una reforma de la Constitución y del Estatuto de Autonomía para empezar debería contar con el apoyo, al menos, de los dos partidos mayoritarios: PSOE y PP. No creo que los tiempos vayan por ahí, creo que existe una Constitución y un Estatuto y lo que sí hay que hacer es tratar mucho mejor a León, que es lo que no se ha hecho por parte de la Junta después de veintidós años.

¿Cuál es la postura del PSOE, que en León es ambigua, en este tema?

-Acabamos de aprobar un Estatuto de Autonomía, que yo entiendo que ha resuelto esa cuestión. Otra cosa muy distinta es que exista, existe y yo la reconozco, una sensibilidad, una identidad propia de León que yo respeto profundamente. Es más creo que el Partido Socialista de León hace muy bien canalizando esa situación.

-Como buen alumno de Blanco y Zapatero se llena de consensos: en el pacto de convergencia interior, en la integración de cajas... Aunque en este tema algunos le han acusado de que puede perder más que ganar.

-Si se refiere a que puedo perder en términos electorales, no conozco ningún dato que me lleve a afirmar ni eso ni lo contrario. Y como dirigente político he actuado correctamente, con responsabilidad y, sobre todo, conseguido algo: que las cajas de la comunidad se muevan. Finalmente se están moviendo, por cierto, Caja España es una de las que más se está moviendo y a mí me parece correcto. Las cajas de Castilla y León no pueden pensar que viven en un mundo al margen del mundo y que están aisladas. Lo cierto es que para el PSOE es prioritario defender el modelo actual de cajas, esto es muy importante; lo digo porque se pueden suscitar debates sobre posibles privatizaciones de cajas y el PSOE nunca estará en eso. El PSOE va a defender siempre el modelo de cajas español, que sólo tiene parangón en Alemania, que ha demostrado ser un modelo eficaz desde el punto de vista económico y social. Defenderemos que siga adelante ese modelo de cajas. Todo lo que conduzca a fortalecer, a integrar a fusionar en algunos casos es positivo. Creo que es legítimo que los representantes políticos de la comunidad aspiren a fortalecer el modelo financiero de la comunidad.

-No obstante, ese consenso ha quedado deslegitimado.

-En su día utilicé un paralelismo con la Unión Europea para explicar la integración. Es evidente que la iniciativa que en su día propusimos no tuvo éxito. Pero es verdad también que consiguió que se movieran las cajas y esto es importante. Me quedo con la parte positiva.

-¿Cuál es la fórmula que apoya el PSOE: la integración con las cajas de Castilla y León, integración también con las de fuera de la autonomía o fusión pura?

-El PSOE apuesta por un modelo que integre cajas de la comunidad; está negro sobre blanco en aquel protocolo de integración que pretendimos llevar a las cajas. Como siempre uno puede tener un programa de máximos o buscar caminos que conduzcan a eso. ¿Qué es lo que pretende el PSOE? Un modelo que sirva para redimensionar las cajas de Castilla y León, que tenga el menor coste en términos de empleo, que sirva para que las cajas sean eficientes y puedan competir en un mercado nacional e internacional. Uno de cada cuatro euros proceden del mercado interbancario internacional. Este mercado, una vez que finalice la crisis, no va prestar dinero tan fácil; entonces, para que las cajas tengan liquidez el tamaño importa. Por eso, si no hemos conseguido el 100% de nuestro objetivo, o al menos en la forma en la que estaba planteada, pero conseguimos que las cajas empiecen a dar pasos hacia fusiones previas, integraciones que valgan para tener un modelo financiero más amplio, más grande, pues seguramente todo el esfuerzo estará bien empleado.

-¿Y sólo Caja España y Caja Duero?

-El PSOE lo que está apoyando, en primer lugar, es la independencia de las cajas, que ahora están actuando en el ámbito de su competencia. El PSOE tenía un modelo, pero no veía mal que pudiera haber fusiones parciales previas que condujeran a ese modelo de integración. Por lo tanto, si al final conseguimos que las cajas de la comunidad se integren y para ello es necesario que se llegue a una fusión previa, por ejemplo, Caja España-Caja Duero y quienes tienen que decir que eso es viable económicamente están de acuerdo, empezando por los consejos de las cajas y acabando por el Banco de España, el PSOE no tiene nada en contra.

-¿Dónde estaría la sede?

-Nadie ha dicho que tiene que haber una sola capitalidad financiera. Si llegamos a ese debate, y ojalá lleguemos, la posición que exprese el PSOE será acordada con el PP. Es algo que no hemos hablado nunca, pero si se da el debate será con toda lealtad, como hasta ahora.

-"Desde luego, no puede quejarse de la vivacidad que este debate ha suscitado en su partido, con discrepancias en Burgos, Salamanca... por no hablar de León. ¿Tiene discurso único el PSCyL?

-"Creo que el debate sobre las cajas ha hecho aflorar un debate que va más allá del PSOE; han sido todas las estructuras de esta comunidad, la propia comunidad en sí, más que el PSOE. Podemos hablar de la UGT, de CC.OO., de Cecale, del PP, que es quien más diferencias ha tenido. Créame que yo estoy muy orgulloso y muy agradecido del apoyo recibido por mi partido en este proceso. En su día dije que si se hubiera producido en la votación de los consejos de administración desde luego el PSOE en una inmensa mayoría hubieran estado seguramente a favor de ese protocolo. El PP no estaba en condiciones de garantizar esto, de hecho, Caja Círculo fue la primera en rechazar el modelo y luego hemos conocido todos el rechazo que se producía, por ejemplo, en Ávila o Segovia, que era frontal absolutamente. La mejor prueba de ello es que hoy se están moviendo precisamente Caja España y Caja Duero; las demás no se están moviendo por ahora.

-¿Cómo es su relación directa con Francisco Fernández, porque la indirecta ya la conocemos con sus cruces vía prensa?

-Pues es mucho mejor de lo que se empeñan en traducir algunos medios de comunicación. Con Paco Fernández hablo muy a menudo, desde luego, varias veces por semana. Estamos perfectamente coordinados, hay una comunidad de intereses. Paco ha dicho en más de una ocasión que la prioridad está ahora en provocar un cambio al frente de la Junta, ese es mi objetivo, y a partir de ahí puede haber discrepancias que son legítimas, pero desde luego creo que sabemos resolverlas. Me encuentro muy a gusto trabajando con Paco, creo que es un excelente alcalde y un excelente dirigente político además. Lo que tiene que hacer uno cuando está en esta responsabilidad es conciliar intereses. Por cierto, no es sólo con Paco, sino también con alcalde de Segovia o de Soria de vez en cuando hay limar alguna diferencia o poner algún punto de vista común. Créame que hay una excelente coordinación, una relación excelente política y personal. Lo que es un poco absurdo es una pretendida división que siempre ha pretendido alimentar el PP como excusa estrictamente electoral.

-¿Su partido en León tiene solucionados sus problemas del pasado, sobre todo, en el Bierzo? ¿Cómo explica que firmó una expulsión de la Agrupación de Ponferrada?

-Me interesa mucho más dirigirme a los ciudadanos de Ponferrada y del Bierzo que a los descontentos. En su día el Partido Socialista tomó una decisión, de la que por cierto estoy muy orgulloso, la resolución de disolución de la agrupación de Ponferrada; si estuviera en aquel momento otra vez la volvería hacer. Creo que el PSOE necesitaba enviar un mensaje a la ciudadanía que lo estaba demandando, es incomprensible que un partido duplique en votos en generales a lo que saca en municipales, algo está pasando, y desde luego, el Partido Socialista en Ponferrada tenía un problema claro. Ahí en su día se tomó la decisión de hacer un alto en el camino, de poner un punto y aparte, de ahí abrirse a la sociedad y fortalecer al partido. Estoy convencido de que fue una buena decisión, de que el PSOE en Ponferrada va a salir fortalecido y de que va ser alternativa de gobierno y va poder volver a ganar las municipales.

-Pero esos expulsados han vuelto.

-No. Para empezar, que yo sepa la Agrupación de Ponferrada no está constituida, no hay nadie, está disuelta y tiene que volver a constituirse. Por lo tanto, no hay nadie en el partido estuviera o no sancionado en su día. En mi experiencia en el partido he vivido muchos expedientes, no sólo en Ponferrada, sino en toda España. Hay gente que recibe sanciones y luego las supera y pasa un tiempo. Yo ahora mismo no estoy en condiciones de decirle quién va a estar en el Partido Socialista en Ponferrada. Insisto, sigue cerrado, se tiene que reconstituir. Espero, por cierto, que ese proceso se culmine rápido y quizá antes del verano podamos tener la agrupación constituida.

-Tanto el PSOE leonés como usted se han encargado de valorizar los proyectos de Zapatero, de hacer un discurso pegado a ellos; ya casi en precampaña, ¿cuáles son los suyos para la comunidad?

-Yo estoy empeñado en hacer un proyecto de comunidad, en presentar una alternativa. El PSOE en Castilla y León no podía escudarse en Zapatero; desde luego, ni iba a perder ni a ganar por Zapatero. Creo que la gente cada vez diferencia más cuando vota a su alcalde, a su presidente o a su proyecto autonómico. También es verdad y estoy convencido de que el día que Zapatero deje de ser presidente del Gobierno, y espero que tarde mucho, en León se acordarán de lo que hizo por esta provincia; pero tiempo habrá de hacer balance sobre lo que invertía el Gobierno de España en esta provincia y en la comunidad. Hay un problema fundamental en la comunidad: muchos ciudadanos hoy seguramente son manipulados por el PP y no saben que la sanidad, la educación, muchas infraestructuras o las políticas sociales son competencia de la Junta.

-Queda mucho para las elecciones, ¿no se desfondará?

-En política hay personas que cometen el error de trabajar todos los días como si fuera una campaña electoral. El PSCyL tiene asumido desde hace tiempo que ahora lo que toca es ser útil en la oposición. Estamos poniendo propuestas encima de la mesa y la Junta se está moviendo. El acuerdo de los 125 millones de euros, el haber agotado la capacidad de endeudamiento de la Junta, el poner un plan de apoyo a la automoción, el resolver problemas como la falta de especialistas, por ejemplo, los oncólogos, son todas iniciativas del PSOE a las cuales ha venido el PP, y yo me alegro. Una oposición puede ser útil.

-¿Percibe usted el centralismo que denuncian todas las provincias, salvo Valladolid?

-"Más que centralismo, lo que hay es la ausencia de un mapa de esta comunidad. Hay una comunidad vecina que lo hace muy bien: Aragón; una comunidad que supo muy bien hacer un mapa territorial, basado en las comarcas, donde se hizo una especialización en la que se sabía que quería ser de mayor cada zona del territorio y hoy funciona. La Junta aquí ha fracasado durante 22 años y sólo ha ido poniendo parches todos los días; eso alimenta un enfrentamiento entre provincias y un discurso del agravio. Cuando no se tiene un mapa de la comunidad al final todo el mundo quiere un palacio de congresos, todo el mundo quiere un aeropuerto..., es evidente. La causa está en el origen: Extremadura o Andalucía se han sabido articular, especializar sus territorios, decidir que cada provincia o ciudad jugaba a una cosa; aquí, no. A mí lo que gustaría, y tengo un compromiso, aunque es difícil, es poner sobre la mesa ese mapa de la comunidad; lo haré antes de la campaña electoral, aunque sea arriesgado, para decirle a esta comunidad dónde queremos ir los próximos 20 años y, a partir de ahí, espero contar con el apoyo ciudadano para llevarlo a cabo.

-¿Cuando habla de mapa a qué se refiere?

-Estamos hablando de que la Junta tiene una serie de competencias que tiene que prestar. Por lo tanto: cuál es el mapa sanitario de la comunidad; cuál es el mapa de infraestructuras; a qué juega cada provincia y cada ciudad. Yo vengo de Segovia, sería absurdo que Segovia y Ávila no jugaran a ser un polo de atracción de Madrid; Burgos es el gran cruce de esta comunidad, tiene que ser una gran plataforma logística; León, Valladolid... Tenemos que encontrar este papel, ponerlo en la mesa, decírselo a los ciudadanos; créanme que van a ver la concreción.

-"¿Acabará esto con la política de agravios?

-"Yo soy optimista, esta comunidad antes no tenía una televisión y ahora la tiene y estoy convencido de que la televisión va a ayudar mucho a vertebrar esta comunidad. Puedo poner más ejemplos: al final habrá algún modelo financiero y también ayudará a hacer comunidad. Parto con una desventaja: quien ha gobernado 22 años esta comunidad no lo ha hecho, así que hay un discurso del agravio permanente. El futuro no está en alimentar permanentemente la batalla interna sino en competir fuera con otras comunidades que nos están dejando atrás.

-Ha hablado de a qué jugaría Burgos o Segovia, pero ¿a qué jugaría León en este mapa para lograr una cohesión que no han conseguido más de 25 años y miles de millones en publicidad?

-Habrá un programa electoral encima de la mesa que tendremos tiempo de valorar. Estoy convencido de que León tiene un montón de oportunidades e insisto en que el mapa dirá qué empresas se pueden instalarse, qué suelo industrial se puede promover, qué especialidades médicas y centros médicos... Todo esto tienen que estar dentro de un mapa estudiado y meditado en el que estamos trabajando con el PSOE de León y que presentaremos en tiempo y plazo.

-Herrera nunca le contesta. ¿No le considera rival o no le quiere considerar?

-Herrera tiene asesores alrededor que le aconsejan mal, en este caso. En el PP hay una división interna que quizá no se conozca; pero, en todo caso, lo que me parece poco elegante es utilizar la mesa del consejo de gobierno, como se usa todas las semanas, para insultar y criticar a la oposición. El consejo de gobierno está para informar de lo que hacen y cobran por ello. Pese a eso, con Herrera tengo profundísimas discrepancias pero también me unen algunos puntos de vista. Lo que sí hay es una buena relación que, por cierto, funciona; cuando hay que tratar algún tema discreto en privado me llama o le llamo, porque es importante preservar la capacidad de llegar a acuerdos para sacar adelante temas que son importantes para la comunidad, y va más de un ejemplo de ello.

-Sueñe un poco, que queda espacio.

-Sueño con que finalmente la ciudadanía entienda que una comunidad no es propiedad de nadie. Castilla y León le ha dado mucho al PP y el PP le ha dado más bien poco a Castilla y León, seguramente por un efecto de relajación. Lo que pretendo es que la gente entienda que hay una alternativa para la comunidad, que se pueden hacer las cosas de otra manera, que se puede tener ambición de comunidad, que se puede tener ilusión de comunidad, que se puede dar la cara cuando hay problemas y no escurrir el bulto permanentemente. El mejor resumen es muy sencillo: todo el mundo conoce en España a Bono o Ibarra, pero nadie conoce a Herrera. Mi sueño es que la gente entienda que puede haber un cambio en esta comunidad y que apueste por él.

-¿Se le han cumplido muchos sueños...?

-"Hasta ahora casi todos los que me había planteado.