El ratoncito Pérez no llegó

león

24 millones de euros. Es lo que la Junta de Castilla y León y el Estado invirtieron en el intento de erradicar la plaga de topillos desde julio del 2007, cuando puso en marcha acciones como limpieza de cunetas, quemas controladas y aplicación de clorofacinona en tubos «para evitar la afección a otras especies», afirma una nota oficial de la Consejería de Agricultura. Se desconoce el desglose de gastos y sólo una parte de las sociedades a las que se contrataron trabajos de urgencia, pero sí se sabe ahora que el operativo propio de la Administración llegó a contar con 710 personas (203 técnicos y 507 peones, además del equipo estrella contratado en el extranjero) que conformaron 169 equipos para aplicar el veneno y facilitar la distribución del mismo. La consejería admite que se entregó producto químico a los agricultores en las zonas donde había plaga y que éstos lo esparcieron por el campo, una práctica más que cuestionada por su evidente impacto sobre otras especies animales. Se suministró bromadiolona a todos los que lo solicitaron.

Pero no todos los que solicitaron el pago de una compensación para paliar las pérdidas de producción ocasionadas por la plaga de topillo campesino han recibido el dinero. En la mayor parte de los casos se les denegó porque el peritaje fue efectuado cuando muchos de ellos ya habían retirado la cosecha. «Yo, con un 50% del cultivo perdido, no he conseguido nada», asegura un agricultor de Castrofuerte.

En conjunto, todos los agricultores de Castilla y León sumaron una compensación de 5,5 millones de euros, la cuarta parte de lo que costaron los tratamientos contra la plaga. La relación de cada uno de los beneficiarios fue en el Boletín Oficial de Castilla y León del 5 de mayo del 2008. En este listado aparecen indemnizaciones de 23,71 euros, pero también de 42.000. «Hubo gente con alfalfares en Valladolid que se llevó lo que no se puede decir», comenta un labrador a pie de tractor. «Gente de estos pueblos, con el 30% de la alubia afectada, recibió la carta con cero euros. Todo se ha hecho sobre la marcha».

Como contrapunto, en plena crisis, la Junta decide contar con el asesoramiento de la comunidad científica nacional e internacional. En agosto se creó un comité científico encargado de elaborar un Plan Director de Lucha contra las Plagas y Enfermedades de Castilla y León, documento que ya han elaborado varias consejerías de Castilla y León, las universidades públicas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, es el que prevé una hoja de ruta para abordar una futura plaga de topillo campesino. En un caso extremo, el envenenamiento volverá a ser la solución.