Sindicatos

MATÍAS LLORENTE (UGAL)

«Aquí sigue el veneno»

El diputado socialista y presidente del sindicato agrario Ugal, Matías Llorente, denuncia que, un año después de culminar las campañas de envenenamiento contra el topillo, decenas y decenas de kilómetros de los tubos utilizados en su día para colocar el veneno-trampa continúen abandonados en el campo, sin que la Administración autonómica ordene su retirada, como prometió en su momento. «Mucho veneno no lo comieron los topillos y aquí sigue, expuesto a las liebres y demás fauna».

JOSÉ ANTONIO TURRADO (ASAJA)

«Tarde, pero fue eficaz»

El secretario general de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado, sostiene que las campañas de erradicación «llegaron tarde, pero fueron efectivas y terminaron con la plaga» de topillo campesino. «Ahora no hay ningún problema —añade— y la Administración tiene medidas de forma permanente para que no ocurra lo que ocurrió». Respecto al informe del CSIC y de varios catedráticos que cuestionan los tratamientos de la Junta, Turrado opina: «Siempre encontrarás un científico para que digas lo que tú quieres».

JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ (UCCL)

«Hubo más que hay» El máximo responsable de UCCL, Juan Antonio Rodríguez, considera que «hubo más problemas de lo que hay» y se mostró especialmente reivindicativo con las escasas o nulas subvenciones que recibieron los agricultores leoneses por los efectos de la plaga de topillos sobre sus cultivos. «Hubo pérdidas considerables y hay que recordar que hubo muchas zonas que no se trataron con veneno y el topillo también desapareció».