Inédito descubrimiento en Cuénabres: ¿un anzuelo o un simple botón de ropajes?

La cueva de El Espertín, en Cuénabres (Burón), ha aportado una pieza excepcional del Mesolítico cantábrico que evidencia una vez más la notable presencia humana en la vertiente leonesa de la cordillera. Los profesores de Prehistoria de la Universidad de León Federico Bernaldo de Quirós y Ana Neira Campos fueron los autores que presentaron a la comunidad científica el hallazgo de un anzuelo elaborado en asta de ciervo con unas dimensiones de 53 milímetros de longitud, once de anchura y cinco de espesor.

Se trata de una pieza biapuntada, corta y recta con estrangulamiento central. Ésta última característica hace de los restos algo muy singular, puesto que todos los anzuelos catalogados en el contexto del Paleomesolítico son rectos, sin escotaduras.

Parece que la esquirla de la que se extrajo fue sometida después a distintos trabajos, como una serie de rebajes en ambas caras y a un pulimiento parcial que redondeó los bordes y que, probablemente, pudo servir para aguzar puntas.

Los autores del trabajo, aunque se inclinan por la interpretación clásica como anzuelo, han contado con opiniones alternativas, como la de la doctora Corchón, quien propone la posibilidad de que se trate de un pasador destinado a unir una abertura de la ropa, de forma semejante a un botón.