La autopista del mar entre Gijón y Nantes potencia a León como eje del transporte
n La autopista del mar entre Gijón y Nantes, cuya puesta en funcionamiento firmaron recientemente los presidentes Zapatero y Sarkozy, aumenta las posibilidades de León como eje de comunicaciones y transporte, por ser la entrada natural a Asturias. La instalación del puerto seco de El Musel en Benavente se realiza con vistas a la explotación de este eje de comunicaciones que tiene que pasar necesariamente por León. La nueva vía marítima se enmarca en el desarrollo de los sistemas de transporte intermodal que promueve el Libro Blanco del Transporte Europeo y que pretende reducir el uso del transporte por carretera. El enlace Gijón-Nantes, junto con el de Vigo-El Havre, que son las dos autopistas previstas en el noroeste peninsular prevé canalizar el transporte equivalente a cien mil camiones al año. Las autopistas marítimas para el transporte en barco de camiones entrarán en funcionamiento antes de finales de año, según el acuerdo suscrito por los gobiernos francés y español. Los expertos estiman que la autovía León-Braganza podría asumir el 20 por ciento del transporte de mercancías que actualmente entra por los pasos fronterizos entre Verín (Orense) y Fuentes de Oñoro (Salamanca). El trayecto entre Oporto y Gijón a través del eje transeuropeo del MIT (Movilidad, Innovación y Desarrollo) es de unos 130 kilómetros más que entre Oporto y Gijón a través del trazado que abriría la León-Braganza, lo que se convierte en un argumento de primer orden por la repercusión que este ahorro en la distancia tendría para los costes del transporte. Los gobiernos de España y Francia se van a repartir 30 millones de euros por crear estas autopistas del mar. La que enlaza Gijón con Nantes supone un ahorro de seis horas y media de viaje entre León y París: si por carretera son unas 29 horas, por el puerto de Gijón el viaje de un camión desde León a París sería de 22,5 horas. El trayecto desde Oporto se acortará por la construcción del túnel de Marao, entre Amarante y Vila Real, que supone un ahorro de 25 kilómetros entre Braganza y la capital portuaria del norte luso, alrededor de la cual se concentran la mayor parte de los dos millones de habitantes que tiene la región norte de Portugal. Los barcos que se utilizarán en las autopistas del mar tendrán una capacidad para unos 150-200 camiones.