LUCES Y SOMBRAS
Antonio Silván : «La Ponferrada-La Espina y la León-Braganza son irrenunciables»
Tras la reunión que llevaron a cabo el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera y el nuevo ministro de Fomento, José Blanco y que producía este martes, la sensación que ha quedado en el gobierno autonómico es de «luces y sombras, con un sabor agridulce», según afirmó el consejero de Fomento, Antonio Silván ayer en León. Son muchos los proyectos basados en las infraestructuras que afectan a la comunidad y que fueron transmitidos por Herrera, la mayoría de los cuales afectan a León. En este sentido, Silván explicó que «la León- Braganza y la Ponferrada- La Espina son irrenunciables»». Por esta razón, en un documento que el Gobierno autonómico envió ayer, se indica que la Junta exigirá que estos dos proyectos se incluyan dentro de la revisión del Peit, algo que hará durante la celebración de la comisión sectorial que se llevará a cabo en verano. Sin embargo, en otro escrito remitido al término de la reunión, sólo se hablaba de una toma en «consideración/estudio» y no de una exigencia.
En esta línea, la Junta también ha anunciado que, a pesar de la falta de compromiso del Gobierno central, será la propia consejería la que se encargue de comenzar con los trámites necesarios para que se construya el tramo de la carretera que unirá León con la localidad portuguesa, por lo menos hasta La Bañeza.
Las sombras también se ciernen sobre la León- Valladolid, según Silván, sobre todo en el tramo que afecta a Santas Martas y Villanubla, que suponen cerca de 93 kilómetros. Así, el consejero de Fomento lamentó se proyecte «sine die, diferido en el tiempo hasta 2010 y ésto ha sido el lunar negro de la reunión». Silván apuntó a que las razones que han recibido por parte del ministro se refieren a cuestiones medioambientales.
Otro de los proyectos que se trataron en esta reunión fue la posibilidad de que la nunciada revisión del Peit pueda incluir diferentes líneas ferreas de la comunidad, como la Ruta de la Plata, línea que también afecta a León.
En definitiva y en palabras del consejero, ésta ha sido una reunión en la que, a pesar de que no se han cumplido todas las expectativas que el gobierno autonómico había proyectado, sí «acerca posturas» entre las dos partes, sobre todo y, según explicó Silván, «el propio ministro admitió que hasta ahora, Castilla y León había perdido el tiempo».