Los Reyes apadrinan el 80 aniversario del Aeródromo y la carrera de 179 sargentos

Cuna de la aviación española. El Aeródromo de La Virgen del Camino -"sede de la Academia Básica del Aire-" cumple ochenta años, una efeméride recordada ayer por su coronel director, Pablo José Castillo Bretón, en la última lección de curso de la decimoséptima promoción. Un cumpleaños histórico respaldado con la presencia de los Reyes de España. Los monarcas presidieron la entrega de los reales despachos a los 179 alumnos (catorce de ellos mujeres) que se incorporan al equipo de suboficiales del Ejército del Aire: 40 del cuerpo general, 118 de especialista y 21 músicas militares (decimonovena promoción).

Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron desde Madrid en helicóptero a la Academia hacia las 12.30 horas y tras ser recibidos por las principales autoridades entraron en la Plaza de Armas, donde el Rey recibió honores de ordenanza y pasó revista. Llegó el momento del acto de acción de gracias, oficiado por el arzobispo castrense de España, Juan del Río, quien eligió la epístola de San Pablo a los Filipenses. «Estad siempre alegres en el señor...». Una llamada a la calma y la paz de espíritu a los nuevos sargentos, a los que pidió fidelidad en su vocación de servir a España.

El momento de la entrega de los reales despachos comenzó con los número uno de la promoción en los tres cuerpos, quienes recibieron de manos del Rey su acreditación y la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco. Luis Francisco Quiñones (cuerpo general), José Iván Quintana (especialistas) y Franciso Javier Navarro (músicas militares) fueron los tres alumnos distinguidos. A continuación, en formación de diez en diez, recibieron sus despachos el resto de los sargentos.

En la última lección del curso, el coronel director agradeció la presencia de los Reyes en la Academia y esta «acogedora tierra leonesa». Mostró su confianza en la formación recibida por los nuevos sargentos fundamental para «el escenario estratégico actual que se caracteriza por su complejidad, incertidumbre y potencial peligrosidad».

Igualmente, instó a todos a continuar innovando para «seguir siendo un centro de vanguardia tecnológica», en un momento de adaptacion a las disposiciones de la Ley de la Carrera Militar. También pidió a los sargentos que no olviden el lema que figura en el escudo de la Academia: «Paso Honroso».

El himno del Ejército del Aire y el homenaje a los que dieron su vida por España (con la formación de aviones C-101 de Matacán) siguieron en el programa castrense. Antes de finalizar, el coronel director invitó al Rey a dar la orden de romper filas a los nuevos sargentos. «Señoras y señores suboficiales por última vez en esta Academia: ¡Rompan filas!», dijo el monarca. Un desfile aéreo y otro terrestre cerraron el acto. Los Reyes compartieron con todos un vino español antes de partir.