Rajoy mira al CIS para alabar la fuerza del PP a pesar de «la campaña brutal»
El líder de la oposición recurre a la victoria en el sondeo institucional para subrayar que los «juicios paralelos» del caso Gürtel no hacen mella en el partido
El presidente del PP, Mariano Rajoy, recurrió ayer al último sondeo del CIS, en el que los populares se colocan por delante del PSOE en estimación de voto, para alabar la situación de su partido -”«las cosas nos van bien», ha afirmado-” y subrayar su fortaleza a pesar de la «campaña brutal» del Gobierno.
Una campaña, la del caso Gürtel, en la que a su juicio «colaboran algunos funcionarios» -”no ha precisado más-”, que no ha podido disminuir las expectativas electorales del PP, y esto, más los efectos de la crisis económica, especialmente estos últimos, han dejado «desnudo» al presidente Zapatero, a los ojos de la opinión pública.
Según han desvelado fuentes de la dirección del partido, éste ha sido uno de los mensajes fundamentales que Rajoy ha trasladado al Comité Ejecutivo.
Rajoy comentó a sus correligionarios que todo se está haciendo «con prudencia y sensatez». Y por ello, «las cosas van bien», como pone de manifiesto la última encuesta del CIS, que como hecho inédito en los último cinco años deja a los populares más de un punto por delante de los socialistas en estimación de voto. La conclusión extendida en el PP, ayer ratificada por Rajoy, es que el caso Gürtel, esa «campaña brutal contra la oposición», esos «juicios paralelos que causan indefensión a quienes los padecen e interfieren en la Justicia», según ha recalcado ante su Ejecutiva, no han hecho mella en el partido.
Después, en conferencia de prensa, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, se ha conjurado para que desde su partido no crezca la «desafección» de los ciudadanos hacia la política y «hacer un esfuerzo» por estar más cerca de la ciudadanía.
En cambio, para el líder popular, la crisis sí debilita al presidente Zapatero, «desnudo» ante sus efectos a los ojos de los ciudadanos. De él, Rajoy ha criticado su «falta de respuesta» a la actual coyuntura económica y el «autoritarismo y sectarismo» del que ha hecho gala, a su entender, una vez roto el diálogo social.