Análisis | j. m. campos
El duro teatro de la montaña leonesa
Varias décadas no han sido suficientes para mejorar una comarca despoblada
El manifiesto final dejó clara la preocupación de los vecinos de la zona.
La manifestación de Cistierna, tras recorrer la principales calles de la villa, finalizó en la plaza del Ayuntamiento donde un grupo de una docena de jóvenes representaron el declive de la provincia de León, al que han llevado y está llevando muchos de los políticos y administraciones, con una alusión muy directa a la Diputación provincial. El señor de las provincias representaba a la Junta, que prometía lo mejor para hacer de León la provincia más próspera. El resultado final es una provincia en declive y desmembrada por la propia Junta. Y un mensaje para que la Diputación de León: luche por León y la montaña leonesa.
El segundo de los mensaje lo lanzó el escritor y poeta leonés José Antonio Llamas que fue el encargado de leer el manifiesto final. Dijo que la Junta pretende una ordenación del territorio «con la que no nos sentimos identificados en absoluto. Nos preguntamos si los que vivimos aquí y sufrimos las adversidades del invierno y la despoblación, del desempleo y la falta de recursos, no tenemos los mismos derechos que los que viven en la grandes ciudades y en los territorios más poblados».
Estos dos mensajes a través de la representación teatral y de la palabra sentida no hacen sino recoger el sentir y el recorrido que ha tenido la reciente historia de la montaña oriental leonesa. Desde que a alguien se le ocurrió la idea de montar una estación de esquí en San Glorio todo han sido luchas, manifestaciones, concentraciones y reivindicaciones solo escuchadas en periodos electorales. Han transcurrido varias décadas donde solo se han conseguido promesas. Ahora se inventan una reordenación del territorio para justificar un proyecto que va a ser el motor de la montaña oriental pero no de la montaña central. Los últimos movimientos indican que todo va a quedar en promesas. Lo primero que hicieron algunos políticos de la comarca fue cargarse la voz reivindicadora de la asociación de turismo de Riaño, le ha seguido el «cargarse» al único alcalde que ha reivindicado San Glorio criticando incluso a la Junta, Tomás de la Sierra. El siguiente paso será silenciar la voz molesta de Cistierna, la de los niños con su representación metafórica y la de los poetas.