ATENTADO
Es Portixol se recupera tras revisar todos los dueños los baños de sus locales y recibir algunas cancelaciones
La zona conocida como Es Portixol, que forma parte de la barriada costera palmesana de El Molinar, se levantó hoy con una normalidad relativa, ya que se percibe una "calma tensa" tras los atentados de ETA de ayer
Así lo confirmó, en declaraciones a Europa Press, el propietario del Restaurante Sa Roqueta, Antonio Serapio, quien precisó que su establecimiento se encontraba cerrado por descanso del personal y que hasta hoy no ha empezado a constatar, mediante intercambios de impresiones con otros restauradores de la zona, los efectos de las bombas colocadas en la Pizzería La Rigoletta y el Restaurante Enco, que se encuentra a tan sólo 50 metros del suyo.
Sin embargo, Serapio también precisó que la terraza que se encuentra ubicada junto al Enco "está llena" de gente y, aunque parece un día de lo más normal para esta época, "todo el mundo habla de lo mismo" , indicó la propietaria del Bar Club Náutico 'Es Portixol', Conchi Lorente, un establecimiento que se encuentra a medio camino entre los dos que resultaron afectados por los atentados.
Según expuso la hostelera, "ayer miramos en los lavabos y no vimos nada extraño" . Una acción que se vieron obligados a realizar los propios responsables de este establecimiento situado en el interior del puerto de Es Portixol, ya que "aquí no entró la policía, unos municipales nos dijeron que no estábamos en el conflicto" , mientras se aglomeraba en su interior la gente tras las bombas.
Ello se debió a que, una vez que fueron desalojados los clientes de los demás establecimientos, fueron a parar, junto con los vecinos de la zona y una cantidad ingente de curiosos, a los dos únicos locales que quedaron abiertos, el que regenta Lorente y al Bar Las Palmeras, que hoy permanece cerrado por descanso del personal. En general, la hostelera de Es Portixol consideró que, en Palma y en esta época del año, es "muy difícil" controlar toda la gente que entra y sale de un establecimientos o de sus lavabos, el lugar donde fueron colocados todos los artefactos que explotaron ayer en la capital balear.